Murray, nuevo número 3 del mundo en el ranking de ATP, necesitó de casi 5 horas de juego, para superar a Djokovic (2), en una final extraordinaria.
El escocés, de 25 años y medalla de oro en los Juegos Olímpicos Londres 2012, quebró así la racha de cuatro finales de Grand Slam perdidas: US Open 2008, Abierto de Australia 2010 y 2011 y Wimbledon 2012.
Murray, ganador de 23 títulos, mostró un juego sólido en los dos primeros sets, pero después no pudo mantener ese nivel en el tercero y cuarto y por eso todo se definió en el quinto y último.
Con el triunfo, el británico achicó la diferencia en el historial a un sólo partido: 7 éxitos y 8 derrotas.
En el primer parcial, los dos tenistas tuvieron problemas con su servicio (lo perdieron dos veces cada uno) y a la vez cometieron 19 errores no forzados. Pero Murray, tras 1 hora y 27 minutos, se mostró más firme en el tie break para llevárselo por 12-10.
En el segundo pasó algo parecido con el saque (lo cedieron ambos en dos ocasiones), pero el escocés redujo los errores no forzados (9 contra 19) y así se lo quedó por 7-5, luego de 59 minutos.
Pero la historia cambió en el tercer y cuarto parcial, ya que Djokovic, también de 25 años y vencedor en 31 finales, cinco de Grand Slam: Abierto de Australia 2008, 2011 y 2012, y US Open y Wimbledon 2011; mejoró su servicio, le quebró el saque a su rival en dos oportunidades en cada set, y niveló el marcador con un 6-2 (46m.) y 6-3 (51m.).
Pero en el último parcial, Murray ajustó su juego, Djokovic bajó su rendimiento (perdió tres veces su saque) y luego de 50 minutos, el británico alcanzó la gloria en suelo estadounidense, la misma que se le había negado en otras cuatro ocasiones.