El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y miembros de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron en comparecencias casi simultáneas, en Bogotá y La Habana, el comienzo de un proceso de paz en Oslo (Noruega) en la primera quincena de octubre.
Santos detalló los puntos principales en los que se basan las conversaciones con la guerrilla que se dieron a conocer la semana pasada. Entre otros detalles, el gobernante anunció que las operaciones militares no van a cesar en ningún caso, y alertó de que puede haber nuevos atentados de las FARC mientras se producen los diálogos.
“Las conversaciones se llevarán a cabo fuera de Colombia, para seguir trabajando con seriedad y discreción”, señaló el líder colombiano tras indicar que las primeras reuniones se realizarán en Oslo en la primera quincena de octubre y luego en La Habana, Cuba. Chile y Venezuela actuarán como acompañantes, el mismo presidente Hugo Chávez se comprometió ayer a acompañar el proceso de paz a través de un mensaje en la red social Twitter.
El diálogo durará “meses, no años”, y será cancelado en el momento que no se perciban avances respecto a la hoja de ruta pactada, agregó Santos.
Bajo el nombre de Acuerdo general para la terminación del conflicto, el presidente afirmó que ya se ha firmado un pacto entre el Gobierno y las FARC que “establece una hoja de ruta, para llegar al final” del conflicto armado que vive el país desde hace 48 años.
Los cinco puntos para lograr el acuerdo con las guerrillas colombianas son: el desarrollo rural, para dar mayor acceso a la tierra a todos los habitantes del campo. Garantías para lograr la participación política de la oposición y de los nuevos movimientos ciudadanos.
Tercero, lograr el fin del conflicto armado, dejación de las armas e integración de las FARC a la vida civil. Cuarto, la solución al problema del narcotráfico y como quinto aspecto, Santos destacó el derecho al resarcimiento del daño a las víctimas.
“Este no es el acuerdo definitivo”, sino el que “sienta las bases de la negociación”, precisó Santos, quien asumió personalmente toda la responsabilidad ante un eventual fracaso: “La responsabilidad caerá sobre mis hombros, y nadie más”. En tal caso, dijo, “el gobierno al menos tendrá la tranquilidad de que no cedió ante la violencia”.
Posteriormente, una delegación de las FARC confirmó en el Palacio de Convenciones de La Habana, su participación en el inicio de un diálogo por la paz con el Gobierno colombiano.
Mauricio Jaramillo, que tomó la palabra a nombre de sus cinco compañeros de armas, agradeció la colaboración de los gobiernos de Venezuela y Noruega, además anunció para mañana una rueda de prensa en el mismo lugar para dar a conocer más detalles del proceso.