El jurista español Baltasar Garzón también se hizo presente en la Embajada ecuatoriana en Londres para apoyar a Julian Assange en su primera aparición pública desde que ingresó en la entidad consular el 19 de junio.
Garzón, quien representa al fundador de Wikileaks, expresó que su cliente está dispuesto a comparecer ante la justicia sueca, pero siempre y cuando Reino Unido y Suecia garanticen que no se lo extraditará a un tercer país.
La justicia sueca aún está exigiendo la comparecencia de Julian Assange ante los tribunales de ese país en relación a las acusaciones de violación y abuso sexual.
Asimismo, EE.UU. también está pidiendo la extradición del australiano, tal como lo expresó en ocasiones anteriores la senadora y presidenta del Comité de Inteligencia del Senado estadounidense, Dianne Feinstein, quien pidió se retomaran los cargos de espionaje contra Assange, que podría condenarlo a muerte.
Se sospecha que el Gobierno norteamericano podría acusar a Assange de espionaje y tenerlo bajo condiciones precarias o de tortura como ya lo han hecho con el soldado Bradley Manning desde hace dos años.
Cuando se le preguntó al abogado sobre una posible negociación entre Assange y Suecia con una garantía para viajar allá para rendir la indagatoria, el magistrado mencionó que «no hay negociaciones hasta donde yo tengo conocimiento».
Garzón respondió preguntas en español y expresó que Assange está «agradecido con la gente y el presidente de Ecuador (…) siempre ha luchado por la justicia».
El ex juez español dijo que darán los pasos necesarios para obtener el salvoconducto. «Será una estrategia que pondremos en marcha en los próximos días (…) Assange ha dado instrucciones a sus abogados para llevar a cabo una acción legal para proteger los derechos de WikiLeaks, los suyos y los de quienes están actualmente siendo investigados».