El actor y escritor guayaquileño, Andrés Crespo, escribió en su blog un artículo que se titula ‘Ahí me Jodí’ que a su vez fue difundido por el blog gkillcity, en el que hace una crónica y un análisis de las intervenciones de los Bucaram en las últimas décadas dentro de los diversos escenarios políticos.
Crespo expuso cómo es que se construye el discurso bucaramista.
¿Por qué tú escribes que Abdalá es el cuentero más grande de la historia ecuatoriana?
El roldosismo no es una vertiente política. Un partido necesita de ideologías y el roldosismo no tiene ideología.
Entonces, ¿qué es el roldosismo?
Es un movimiento absolutamente populista, que nunca tiene una proclama ni una línea política. El roldosismo es como un grupo de rock. Abdalá es un ente mediático.
También dices en tu escrito que Abdalá hace una falacia teatral ¿en qué te basas para realizar esa afirmación?
Abdalá es eminentemente un publicista y un marketero. Abdalá debería ser el jefe de Andina BBDO para Latinoamérica. Es decir, debería ocupar un cargo muy alto dentro de una estructura publicitaria comercial, pero el peligro está cuando se traslada al escenario político.
¿Por qué es peligroso?
Porque no tiene una intención política de cambio. No tiene la capacidad de concentración ni de trabajo para moverse a favor del Ecuador. Es un peligro porque es una representación totalmente falsa. Es una creación hecha por un grupo económico para llegar al poder a través de la seducción de las grandes masas populares.
¿Qué escenario vislumbras si regresa Abdalá?
Si Abdalá regresa como hombre libre y no a pagar sus culpas penales, no será muy peligroso ni trascendente. Si los medios ven a Abdalá como un adalid político que los puede liberar a ellos de su confrontación eterna con el Gobierno y Rafael Correa, podría tomar importancia. Pero no creo que la gente esté dispuesta a volver a votar por ellos.
¿Cómo miras el papel de los medios de comunicación?
Ha sido un sacudón para los medios la existencia de Alianza PAIS y la presidencia de Rafael Correa. Es un despertar. Es saludable para todos desnudar a los protagonistas de esa pelea.
¿La pelea de Rafael Correa con Abdalá Bucaram valdría verla?
Esa pelea no es algo que exista genuinamente. Rafael Correa está en un proceso diario de trabajo y Abdalá Bucaram está de vacaciones hace 15 años. Entonces, no hay nada que discutir porque los hechos no superan a las palabras. Abdalá no tiene ningún hecho.
¿Qué hacen Dalo y Abdalá en la política ecuatoriana?
Tratan de legitimar el delito como discurso político. Ellos siempre presentan un hecho que constituye un delito, pero como lo dicen frontalmente pretenden que se regularice y que se haga normal. Por ejemplo, Dalo va donde un juez y le dice: “usted está comiendo del PRE y está mordiendo la mano de quien le da de comer al no traer a mi papá”. Eso es un delito.
Abdalá dice que supuestamente tiene un pacto con Rafael Correa. Lo que está haciendo es decir yo me paso por encima de la ley y acudo al Presidente. Entonces, quiere legitimar. Además, no deberían llamarse roldosistas.
¿Por qué no deben llamarse roldosistas?
Porque Jaime no les concedió su nombre. Ni los hijos de Jaime se lo dieron. Ellos son enemigos acérrimos de Abdalá y le tienen vergüenza.
¿Ecuador se equivocó al votar por Abdalá?
El Ecuador nunca se equivocó en votar por Bucaram porque era necesario que quede desnuda la ineptitud absoluta de Abdalá. Ecuador ya ha conocido a todos los actores políticos. Por eso llegamos a Correa. Abdalá no tiene la capacidad administrativa para manejar una tienda. él tiene que divertir al Ecuador y dejar esa aspiración política.
¿Cómo se construye el discurso bucaramista?
Lo que hacen Abdalá y Dalo es construir todo como una afrenta contra sus hijos y mujeres. Si todo es supuestamente una afrenta, lo engrandecen porque todos se identifican con eso. A nadie le gusta que se ofenda a su mujer y a sus hijos. Pero nadie ofende a los hijos ni a la mujer de Abdalá y Dalo. Ellos construyen eso para llevarse a la gente de su lado. Cuando Alexis Mera le exhorta a Gabriela Pazmiño a que decida si debe trabajar en la televisión o en la asamblea, no hay ofensa ahí.
¿En qué medida sería favorable para el Ecuador y para los Bucaram que ellos se retiren del escenario político?
Los Bucaram representan para Ecuador una burla internacional. A cualquier parte que tú viajes la gente se acuerda de Bucaram con una sonrisa. Pero no es una sonrisa sana. Es una mirada hacia una etapa demente en la política del Ecuador. Nos dimos cuenta de que el roldosismo no es más que una locura en el poder, un desenfreno por el dinero para pagar un pocotón de favores. Es un desastre.