Con una fiesta al más puro estilo británico y un desfile de estrellas musicales, Londres bajó el telón este domingo de sus terceros Juegos Olímpicos y pasó el testigo del mayor espectáculo deportivo del mundo a Rio de Janeiro, que acogerá la edición de 2016.
El alcalde de la ciudad brasileña, Eduardo Paes, recibió de su homólogo de Londres, Boris Johnson, y del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, la simbólica bandera olímpica antes de una colorida presentación de ocho minutos preparada por el gigante sudamericano.
Rogge declaró concluidos los Juegos de Londres entre aplausos del Estadio Olímpico, y la llama que había iluminado la capital británica durante 16 días de justa se extinguió.
El presidente del Comité Organizador, Sebastian Coe, lanzó un mensaje de agradecimiento a atletas, voluntarios y el resto de implicados en la XXX edición de los Juegos.
«Cuando nuestro momento llegó, hemos estado a la altura», les reconoció Coe.
«Fueron unos Juegos alegres y gloriosos», coincidió Rogge.
La fiesta de despedida que preparó Londres concentró a su particular 'Team GB' musical, con iconos mundiales como George Michael, Pet Shop Boys y hasta las cinco integrantes de las Spice Girls, reunidas para la ocasión.
El cierre estuvo a cargo de los veteranos The Who y su inmortal 'My Generation'.
Si la ceremonia de apertura fue una mirada hacia las raíces históricas y culturales británicas con toques de humor, la clausura fue más desenfadada y con los elementos 'pop' y 'kitsch' que también identifican a las islas.
Regresaron las Spice Girls cantando su 'Wannabe' encima de taxis londinenses y apareció un pulpo gigante y bailarín sobre el que 'pinchó' Fatboy Slim.
En el espectáculo visual, que movilizó a más de 4.000 personas, hubo hasta una pasarela para que las 'top models' Kate Moss, Naomi Campbell y Georgia May Jagger lucieran la moda británica.
Para alejar la nostalgia, el miembro del desaparecido grupo cómico Monty Python Eric Idle cantó el himno al optimismo 'Always look on the Bright Side of Life'.
Pero también hubo momentos emotivos como la interpretación de la canción 'Imagine' primero por el Coro Juvenil de la Filarmónica de Liverpool y después por la propia voz en vídeo de su autor, el fallecido John Lennon.
Otro homenajeado fue el cantante Freddy Mercury, quien apareció en las pantallas gigantes alentando al público a corear con él, antes de que sus ex compañeros Brian May y Roger Taylor descargaran 'We will rock you' acompañados de la joven Jessie J.
En la segunda parte de la ceremonia saltaron los atletas a la misma pista donde estos días pasados asombraron gigantes como el jamaicano Usain Bolt o el keniano David Rudisha.
Primero desfilaron los abanderados en solitario y, tras colocarse a lo largo del escenario, a su alrededor empezaron a circular los miles de deportistas que todavía no han abandonado Londres, menos jubilosos que en la inauguración.
En su espacio reservado, Río de Janeiro exhibió un espectáculo que rindió homenaje al carnaval carioca, pero también mostró fusión musical y modernidad y tuvo como gran invitado sorpresa a Pelé.
Ovacionado, «O Rei», considerado como uno de los mejores futbolistas de la historia, saludó a la multitud y bailó con las estrellas brasileñas, mientras unos impresionantes fuegos artificiales surcaban el cielo de Londres.
El himno brasileño sonó luego en el estadio mientras se izaba la bandera del próximo país anfitrión de los Juegos, los primeros en América del Sur.
Las competiciones deportivas habían terminado durante la tarde con el pentatlón moderno femenino, prueba en la que lituana Laura Asadauskaite se colgó la 302ª medalla de oro de estos Juegos.
El 'Dream Team» conquistó en esta jornada ante España su quinto título olímpico. Las estrellas del básquebol estadounidense tuvieron que batallar duro ante unos españoles que jugaron su mejor partido del torneo, pero terminaron imponiéndose (107-100) en una repetición de la final de hace cuatro años.
Con esta última medalla, Estados Unidos reafirmó su supremacía recuperada en el medallero general de Londres-2012 (43 oros, 154 medallas), donde China volvió a quedar relegada al segundo lugar cuatro años después de Pekín.
Brasil por su parte estuvo a dos puntos del oro en el torneo de voleibol masculino, pero lo dejó escapar ante una inspirada selección rusa que remontó dos sets en contra para imponerse 3-2 con una brillante actuación del central Dimitry Musersky.
En el balonmano, Francia se impuso con más dificultades de las previstas (22-21) a una Suecia en plena resurrección para convertirse en el primer país que defiende con éxito su título en este torneo, con excepción de la URSS, que ganó en 1988, y luego en 1992 como Comunidad de Estados Independientes (CEI).
En el maratón, la prueba que históricamente clausura el atletismo olímpico, el ugandés Stephen Kiprotich se inmiscuyó en la lucha entre kenianos y etíopes para proclamarse campeón al término de los 42,195 kilómetos corridos por las calles del centro de Londres ante miles de espectadores entusiastas.
A sus 23 años, Kiprotich, que sólo había disputado tres maratones, conquistó el segundo oro de la historia de su país, superando al al favorito keniano, Abel Kurui, vigente bicampeón mundial.