Al Consejo Nacional Electoral (CNE) se le termina el tiempo. Los peritos grafólogos del Consejo Nacional Electoral (CNE) aún desconocen cómo capacitarán a 2.500 personas, responsables de la verificación de alrededor de 4,2 millones de firmas de las 11 organizaciones políticas nacionales inscritas, una labor que deberán cumplir durante 20 días.
Al momento, los cursos se imparten únicamente a 450 digitadores que participaron en el análisis del Colegio Benalcázar, el proceso que quedó trunco tras el borrón y cuenta nueva del CNE. Y es que todavía no se define la contratación del personal para las supervisiones.
A pesar del silencio de los cinco vocales del CNE, la capacitación en técnicas de identificación de firmas y teoría legal y constitucional continúan en la matriz del organismo electoral. A los 450 digitadores del fallido proceso en el Colegio Benalcázar faltan por incorporarse unos 2.050 verificadores, según reconoció la vocal Nubia Villacís, en declaraciones a la prensa.
Ese detalle podría afectar la reanudación del proceso, aunque el CNE dispuso, la tarde de ayer, retomar el cotejamiento de firmas el próximo 16 de agosto, luego de reunirse con las organizaciones políticas, pese a que estaba previsto empezar de nuevo este viernes.
Con el aplazamiento, también habría más tiempo para las capacitaciones. La orden de adquirir nuevas bases de datos “para un cotejamiento de firmas más idóneo”, según el fiscal encargado del caso, Fabián Salazar, sería la principal dificultad del CNE.
Así las cosas, los 450 estudiantes universitarios, amas de casa y bachilleres acuden diariamente al auditorio Matilde Hidalgo de Prócel para recibir un “refuerzo” de cómo detectar firmas falsificadas. Las tareas, en el primer día, se realizaron con las 150 personas que integraron el turno de 07:00 a 15:00, en el Colegio Benalcázar, mientras que ayer llegaron los que trabajaron entre 23:00 y 07:00.
Según Javier López y Johnny León, peritos del CNE, las personas que sean contratadas deben cumplir con los siguientes requisitos: no ser afiliados (en el caso de partidos) ni adherentes a movimientos políticos, contar con título de segundo nivel (bachillerato) y no tener antecedentes penales en el récord policial. “Eso garantizará la fiabilidad en los analistas”, aseguró León.
La capacitación dura aproximadamente cuatro horas, con un receso para la alimentación. El equipo de digitadores que trabajó en el Benalcázar explicó que cumplen con los requisitos expuestos por los peritos del CNE. La bachiller Diana Antamba comentó que a varios de los trabajadores se les exigió la presentación del formulario del Ministerio de Relaciones Laborales, en el que se detalla que pueden ejercer cargos públicos “aunque sea con un contrato de servicios ocasionales”.
Miguel Tulcán, estudiante de la UTE, explicó que el CNE acordó pagarles $ 450 por los 18 días que supuestamente iba a durar la revisión de rúbricas. “Pero eso fue cuando nos dijeron que íbamos a comparar solo el 10% de firmas de cada partido político. Ahora dicen que trabajaremos hasta el 30 de agosto y que hasta mañana (hoy) nos dirán si habrá otra alza salarial”, añadió.