“La construcción de la subestación de distribución eléctrica Caraguay normalizó el suministro de energía y ya no tenemos cortes prolongados ni variaciones de voltaje que dañaban nuestros electrodomésticos”, expresó Linda Arias Jurado, Presidenta del Comité Pro Mejoras de Moradores de la ciudadela 9 de Octubre, en el sur de Guayaquil.
La subestación eléctrica Caraguay forma parte del anillo eléctrico de 230 mil voltios que cubrirá a Guayaquil desde diciembre próximo, cuando ya esté lista la subestación Esclusas y la línea de transmisión Milagro-Las Esclusas, la cual comprende la construcción de tres megatorres que cruzarán el río Guayas.
Las obras están a cargo de Transelectric, unidad de negocios de la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC), encargada de operar, monitorear y expandir el Sistema Nacional de Transmisión.
El anillo eléctrico que “blindará” a Guayaquil de los apagones comprende también la modernización de las subestaciones Salitral y Pascuales, la construcción de las subestaciones Nueva Prosperina, Policentro y Caraguay, y las líneas de transmisión Penitenciaría del Litoral, Trinitaria-Salitral, Las Esclusas-Trinitaria, Las Esclusas-Caraguay y Milagro-Las Esclusas, estas dos obras aún están en ejecución.
La dirigente comunitaria, a nombre de los casi 2.000 habitantes del conjunto habitacional, reconoció que cuando se enteraron sobre la construcción de la subestación eléctrica Caraguay, inaugurada el 25 de Julio, surgieron dudas sobre una posible contaminación ambiental o peligro de descargas eléctricas.
“Si creíamos que iba a ser un peligro (la instalación de la subestación), por ignorancia, pero luego conocimos su funcionamiento y estuvimos de acuerdo. (Los ingenieros eléctricos de Transelectric) nos invitaron y despejaron dudas. Nos ha traído beneficios”, dijo Arias, mientras freía unos pescados en la cocina de su vivienda.
El ingeniero Servio Franco Tinoco, técnico de la subestación Caraguay, manifestó que una vez concluidas las obras del anillo eléctrico en diciembre próximo, Guayaquil dispondrá de un sistema de transmisión confiable y de calidad, garantizando el suministro de energía eléctrica para las empresas de distribución.
“Si comparamos el anillo eléctrico con un sistema vial, podemos decir que la ciudad tendrá más rutas por donde circulará la energía que necesita”, mencionó. La obra tiene un costo de 110 millones de dólares, y empezó a construirse desde el 2009, tras la modernización de la subestación El Salitral, la misma que tenía una capacidad de distribución muy pequeña y ocasionaba problemas.
“No se si recuerdan que había colapso en Guayaquil porque en ese entonces El Salitral atendía el 40% de la demanda y cualquier problema que pasaba causaba graves problemas, y restablecer el servicio demoraba hasta ocho horas. Todo esto ocasionaba un tremendo daño a las industrias de la urbe”, expresó Franco Tinoco.
El representante de Transelectric, al igual que la moradora de la ciudadela 9 de Octubre, destaca la socialización de las obras ejecutadas para dotar a la ciudad porteña de una red de distribución de energía.
“Esta obra no solo que trajo un impacto positivo por la mejora en la dotación de energía, sino que se mejoró el aspecto de la zona y su seguridad. Antes (los terrenos donde se levanta la subestación) esto era un solar vacío abandonado y una guarida de delincuentes. Con este proyecto del Estado ha mejorado el ornato y las empresas vecinas han adecentado su infraestructura”, dijo el funcionario.
El ingeniero Franco Tinoco defendió la construcción de la subestación Caraguay y su línea de transmisión y aseguró que los postes de más de 30 metros tienen un diseño para que solo personal técnico pueda subir en ellos. “Realmente no ocasionamos ningún impacto ambiental; quizás visual, por las torres instaladas”, comentó.
El ingeniero Tito Bravo, responsable de las líneas de transmisión del proyecto, agregó que el anillo eléctrico de Guayaquil tiene una extensión de 52 kilómetros de longitud, y resaltó el último tramo de la línea de transmisión Milagro-Las Esclusas.
“Esta ruta nace en la subestación Milagro, pasa por las plantaciones de arroz de la zona de Taura y cruza el caudaloso Guayas, en la zona donde tiene un ancho de 2.500 metros con las torres de 155 metros para conectarse con la subestación Las Esclusas”.
El técnico destacó la decisión política del Gobierno del Presidente de la República para levantar el anillo eléctrico de la urbe Huancavilca. “Yo he conversado con ingenieros eléctricos de hace 40 años y ellos me han dicho que la obra estaba planeada desde esa época, pero por falta de decisión política nunca se la hizo”, comentó Bravo.
La línea de transmisión Milagro-Las Esclusas también tendrá un cable de fibra óptica. Según Transelectric, Guayaquil consume el 40% de la energía del país, producida en las centrales hidroeléctricas (Paute, Agoyán y Daule-Peripa) y derivada a las distribuidoras en las ciudades.
Por este motivo, el anillo eléctrico de la urbe, en los próximos meses se extenderá a lo largo de la vía a la costa, zona hacia donde se está expandiendo la ciudad.