La desesperación de los maiceros por los bajos precios y no tener a quien vender la cosecha los hizo buscar otras alternativas y volver al algodón.
Luis Delgado, agricultor de la zona de Guarango, en Manabí, indica que viendo en el algodón una buena oportunidad decidió hacer un cambio y dejar de perder. “En este momento aún tengo maíz que no he podido comercializar, me están pagando $ 8 o $ 9 con muchas condiciones para la compra. En el algodón tengo venta asegurada y aunque el precio está bajo, me pagan $ 35 el quintal y solo invertí $ 22”, explica.
Jorge Villegas, de Cerro Verde, recuerda que los cultivos de algodón en la provincia de Manabí dejaron de ser rentables cuando se inició la dolarización y llegó el fenómeno El Niño, lo que desestimuló la producción. Para él, la agricultura es como jugar a la lotería: nunca se sabe si se va a perder o a ganar.
“Hace unos 20 años con mi familia éramos algodoneros, pero no había estímulos para continuar y me cambié al maíz por el buen precio, pero ahora lo tengo arrumado porque no hay nadie que lo compre. Retomé el algodón y sembré 3 hectáreas con la esperanza de una reactivación, pero necesitamos apoyo del Gobierno en semillas y crédito”, dice Villegas.
Según Galo Naula, gerente de la desmotadora Guarango, la reactivación del sector está empezando.
Recuerda que la desmotadora se instaló hace 22 años en el auge del algodón, cuando Tosagua producía 6.000 hectáreas que representaban de 300.000 a 400.000 quintales al año de algodón en rama. “En esa época había seis desmotadoras y la mayoría de los agricultores de la zona se dedicaba a este cultivo. El último año que se sembró a gran escala fue en 1999, y luego se desmotivó el sector porque dejó de ser competitivo, los agricultores se cambiaron de renglón y las desmotadoras cerraron”, cuenta.
En estos momentos hay gran esperanza, pero necesitamos apoyo. No tenemos investigación, por lo que no hay semillas de alto rendimiento ni líneas de crédito ni capacitación para hacer un verdadero fomento.
Este año, la industria textil consumirá 22.000 toneladas métricas de algodón desmotado, es decir, 1’300.000 quintales de algodón en rama que los podría producir Ecuador, añade Naula.
Mientras, Carlos égüez, director general de Funalgodón, organización de fomento al cultivo de esta oleaginosa, indica que para llegar a este fomento hay que considerar algunas variables, ya que dependen de los precios internacionales. En el 2012, a partir de mayo bajaron los valores, pero por el acuerdo con la industria textil se está comprando toda la cosecha.
El año pasado, con las anteriores autoridades del Ministerio de Agricultura se habló de un plan de fomento algodonero para el país, pero con los cambios en el Ministerio no se sabe si se continuará el proyecto, argumenta el directivo.
En su concepto cree que en esta cosecha, que culminará en octubre, en el país se recolectarán 5.000 toneladas de algodón en rama.
Javier Díaz, presidente ejecutivo de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), comenta que antes del fenómeno El Niño Ecuador producía cerca de 30.000 toneladas de algodón que servían para abastecer a la industria nacional e incluso exportar, principalmente a Colombia.
Para este año la industria estima un consumo total aproximado de 22.000 toneladas métricas de algodón. Más del 90% de ese volumen es importado, especialmente de Estados Unidos y Brasil, recalca Díaz.
Anota que la calidad del algodón ecuatoriano es muy buena y que están en capacidad de comprar toda la producción como lo han hecho durante 20 años.
Explica que la industria textil mantiene un convenio de absorción de cosecha nacional con Funalgodón, que garantiza la compra del 100% de lo que produzcan los agricultores que se sometan a las condiciones técnicas de producción.
Este año, el precio para la compra del algodón ecuatoriano por parte de las 19 empresas de AITE es de $ 1,17 por libra. “Para hacer un comparativo, al día de hoy podríamos conseguir algodón importado por debajo de $ 0,95 la libra, es decir, casi el 30% más barato, por lo que necesitamos que el país tenga un producto competitivo”, expresa.
Precios
Los agricultores solicitan que se coloque precio referencial al algodón para tener una guía de venta.
Semilla
Según los productores no hay investigación ni semillas nuevas que puedan garantizar mayores rendimientos en el campo. Otro aspecto que creen indispensable es la capacitación y transferencia de tecnología acompañada de crédito.