Los servicios de rescate de Rusia continúan la búsqueda de desaparecidos en la zona de las inundaciones que este fin de semana arrasaron miles de viviendas en el sur del país, en el litoral del Mar Negro ruso, y que han dejado hasta ahora 171 víctimas mortales.
La tarea se ve dificultada por el gran número de personas no empadronadas que viven en Krimski, la zona cero de las inundaciones.
Un total de 185 personas, de ellas 23 niños, tuvieron que ser hospitalizadas a consecuencia del desastre, que dejó cerca de 35.000 damnificados.
En tanto que el jefe de la provincia de Krimsk, Vasili Krutkó, fue destituido del cargo por no haber alertado a tiempo a la población sobre las graves inundaciones.
Tkachov había indicado que se había dado una alerta con tres horas de antelación, pero los habitantes que dialogaron con el gobernador de la región meridional rusa de Krasnodar, Alexandr Tkachovel, el domingo, le manifestaron que no recibieron ningún aviso de las autoridades.
Al frente de la provincia de Krimsk fue nombrado provisionalmente Alexandr Vasiliev, quien hasta ahora se despeñaba como jefe de otra provincia de Krasnodar.
Las autoridades han reconocido que la presa de Neberdzháyevsk se desbordó varias veces durante las lluvias torrenciales pero descartaron que estos «vertidos ordinarios» fueran la causa de las inundaciones.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó abrir una investigación por el suceso. También decretó para hoy un día de luto nacional por las víctimas.
Fuente: El Telégrafo