Funcionarios de la Aduana de Estados Unidos mantienen hoy bloqueado un camión con ayuda humanitaria donada por varias ciudades canadienses para enviarlo a Cuba como parte de la XXIII Caravana de Pastores por la Paz.
Las autoridades impidieron desde ayer el paso del vehículo en el cruce fronterizo de White Rock-Blaine, en la costa oeste, bajo el pretexto de que transportaba bienes comerciales que necesitan una fianza para entrar al país norteño, indicó un comunicado del Comité Internacional por la Libertad de los cinco antiterroristas cubanos presos en cárceles estadounidenses.
Según el texto -al cual tuvo acceso Prensa Latina- el cargamento incluye sillas de ruedas, artículos educativos y deportivos, juntados en varias ciudades y comunidades de la provincia de Columbia Británica de Canadá.
Los oficiales de la Aduana obligaron al chofer del camión a estacionarlo para una segunda inspección y luego de más de cuatro horas le negaron el acceso sin antes pagar una fianza y precisaron que no permitirían la entrada a los equipos deportivos.
«Este es otro ejemplo flagrante de cómo la administración del (presidente Barack) Obama continúa ajustando el bloqueo criminal de más de 50 años en vez de tratar de normalizar las relaciones con Cuba» dijo el portavoz de la caravana, Bill Hackwell.
Dicha política coercitiva ha costado más de 975 mil millones de dólares al pueblo de la nación caribeña y viola las normas del Derecho Internacional y de la Carta de Naciones Unidas.
La coordinadora de Comunidades de Vancouver en Solidaridad con Cuba, Tamara Hansen, se preguntó si «Estados Unidos está realmente amenazado por pelotas de fútbol y béisbol usadas».
El camión permanece estacionado frente a la frontera, donde los caravanistas y varios activistas acampan en señal de protesta hasta que la ayuda pase sin condición alguna.
El año pasado sucedió un hecho similar en ese punto limítrofe, pero el convoy pudo ingresar a suelo estadounidense exento de fianza pese a las intimidaciones de la guardia fronteriza.
Pastores por la Paz es una iniciativa creada en 1992 por el fallecido reverendo norteamericano Lucius Walker, para llevar a Cuba asistencia humanitaria y medicinas en camiones escolares amarillos, sin pedir autorización ni licencia a las autoridades federales.
El objetivo del proyecto es romper el bloqueo financiero, económico y comercial que Washington mantiene contra la nación antillana, aunque la comunidad internacional ha condenado y exigido el levantamiento inmediato de esa medida hostil durante 20 años consecutivos ante la Asamblea General de la ONU.