La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó este martes de que «existen posibilidades» de que se forme un nuevo episodio de «El Niño» entre julio y septiembre, cuya intensidad no podrá conocerse al menos hasta el mes de agosto.
La OMM recordó que desde que en abril concluyó el episodio de «La Niña» que comenzó a mediados de 2011 «han prevalecido unas condiciones neutras», sin manifestaciones ni de «El Niño», ni de «La Niña», y que «es probable que se mantenga la tendencia».
«Es probable que esas condiciones persistan hasta por lo menos la primera mitad del verano del hemisferio norte», indicó la OMM en un comunicado, en el que agregó que a partir de julio «pueden darse unas condiciones neutras o un episodio de El Niño».
«Se considera poco probable que vuelva a formarse un episodio de La Niña», señaló esta organización, que realiza sus cálculos a partir de la información que facilitan los centros de predicción climática y expertos de todo el mundo sobre la evaluación del clima.
La OMM basa su estimación en «una acumulación de calor en la zona más profunda del océano Pacífico tropical producida desde principios de mayo», a partir de la cual «la mayoría de los modelos climáticos estudiados predicen que se va a formar un episodio de El Niño entre julio y septiembre, que se prolongará hasta finales de 2012».
«El Niño» se caracteriza por temperaturas inusualmente cálidas en el centro y el este del Pacífico ecuatorial, mientras que «La Niña» provoca temperaturas oceánicas inusualmente frías.
Ambos fenómenos pueden llegar a durar unos cuantos meses y son los responsables de cambios significativos de la circulación atmosférica y de la precipitación en diversas regiones.
El impacto de «El Niño» es mundial y se ha asociado a fenómenos como la sequía en Australia, Indonesia y zonas del noreste de América del Sur, y las intensas lluvias en Ecuador y Perú.
La particularidad de «El Niño» reside también en que ningún episodio es igual a otros anteriores y en que varía en función de época del año en que se manifiesta.
La OMM advierte de que aunque los modelos predicen un «El Niño» de intensidad débil todavía se está en una etapa temprana, por lo que «las predicciones sobre intensidad no son muy precisas».
La incertidumbre tiene que ver con que se desconoce si el calentamiento previsto del océano Pacífico se producirá a una escala lo suficientemente amplia como para provocar cambios en la atmósfera, una condición necesaria para que se forme «El Niño».
«Hacia agosto debería haber una mayor certidumbre en cuanto a las perspectivas a más largo plazo», afirmó la OMM.
Foto: El Universo