El presidente de EE.UU., Barack Obama, defendió la medida anunciada este viernes para suspender las deportaciones bajo ciertas condiciones, de indocumentados que llegaron cuando eran menores al país.
Estados Unidos «puede hacer mejores cosas que expulsar a jóvenes inocentes», dijo el mandatario en una rueda de prensa desde la Rosaleda de la Casa Blanca.
Recalcó que se trata de jóvenes «talentosos» que «son estadounidenses de corazón» y han hecho «contribuciones extraordinarias» al país.
El mandatario explicó que muchos de los que se beneficiarán de esa medida, en su mayoría hispanos, «fueron traídos a Estados Unidos por sus padres» y no es justo que sean deportados a un país «del que no saben nada y cuya lengua no hablan».
La nueva política de deportación podría beneficiar a unos 800.000 jóvenes indocumentados que llegaron al país norteamericano cuando tenían menos de 16 años, que llevan cinco años en esa nación y que no tienen antecedentes penales, además de otros requisitos.
«Esto no es una amnistía. Esto no es inmunidad. No es un camino para lograr la ciudadanía», puntualizó. «Es una medida temporal para intentar solucionar un problema desde hace años», añadió.
Un hombre que asistía al discurso interrumpió al presidente a los pocos minutos de haber empezado. «No pedí una discusión», reaccionó Obama ante las interpelaciones.
«Es lo correcto para el pueblo estadounidense. Pónganse en sus zapatos», agregó en referencia a esos jóvenes.
«En muchos casos no tienen ni idea de que son indocumentados hasta que piden un trabajo, o un permiso de conducir, o una beca», aseguró.
El presidente también confrontó a un periodista, que luego fue identificado como parte de la web The Daily Caller, afín al movimiento derechista Tea Party.
¿Por qué favorecer a los extranjeros sobre los trabajadores estadounidenses?», gritó el comunicador mientras Obama hablaba. El mandatario en tres ocasiones le dijo que no respondería hasta que termine de dar sus declaraciones.
La iniciativa anunciada hoy tendrá un gran impacto en la campaña para los comicios presidenciales del 6 de noviembre y ha sido muy bien acogida entre la comunidad hispana.
Obama aseguró que seguirá insistiendo para lograr una reforma migratoria integral, que dé una solución definitiva a 11,5 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.
Foto:El Telégrafo