Un barril a 110 dólares no representa «una amenaza para el crecimiento económico mundial», estimó este viernes en Viena el secretario de la OPEP, Abdalá el-Badri.
También expresó su confianza en que la Unión Europea supere la crisis de la deuda y la demanda de crudo siga creciendo.
Las declaraciones se dan un día después de la reunión del bloque, que estuvo dominada por la preocupación ante la caída reciente de los precios. Los miembros acordaron mantener sin cambios el techo de su oferta de crudo.
«Decidimos reducir 1,6 millones de barriles diarios (mbd) y permanecer con (un techo de la producción conjunta de) 30 mbd», recordó El-Badri.
Añadió que espera ver el mencionado recorte de suministros en julio, ya que por razones técnicas y operacionales «no es fácil reducir 1,6 mbd entre hoy y finales de junio».
Así, de cumplirse, esta retirada de barriles de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) coincidirá con la prevista entrada en vigor, el 1 de julio, del embargo a las importaciones de petróleo iraní acordado por la UE.
Al respecto, el Secretario dijo que si bien afectan a la economía e industria de Irán, segundo productor de la organización, es un asunto «político» y debe ser tratado por los ministros de Exteriores, mientras que la OPEP es esencialmente económica y sus decisiones las toman los delegados de Petróleo.
Los ministros de la OPEP coincidieron esta semana, en sus declaraciones a la prensa, en defender un precio de 100 dólares para el barril, que tras subir hasta los 124 dólares en marzo, ronda ahora los 95 dólares.
La OPEP, conformada por doce países, controla cerca del 40 % de la producción mundial de crudo y unos dos tercios de las exportaciones petroleras del planeta.
