Duquerman Carabalí no supo que ayer, en San Lorenzo (norte de Esmeraldas), los cancilleres de Ecuador y Colombia firmaron el acuerdo de límites marítimos entre ambos países, pero tiene claro que tuvo una pesca productiva.
En su embarcación logró capturar 60 libras de langostino, que le representó 210 dólares en un solo día, por ello con orgullo mostró su producción. él pertenece a la asociación Agropetur, en en la que trabajan 120 pescadores.
él, de 38 años, estuvo feliz y aún más al conocer que el acuerdo delimitará la zona de pesca entre ecuatorianos y colombianos. Contó que tenían problemas porque los pescadores colombianos artesanales se pasaban a la zona ecuatoriana y capturaban el marisco y eso les producía una menor ganancia. “Ahora las reglas estarán claras, ni ellos ni nosotros podremos pasarnos de los límites establecidos”, dijo.
Ese es el principal logro que el canciller Patiño encontró en la definición de los límites marítimos. Explicó que quedaron definidas “las fronteras marítimas a perpetuidad” y que el punto de partida será la boca del Río Mataje, cuyas coordenadas son 1 grado 28 minutos y 10,49 segundos de latitud norte.
“Un día histórico para los pescadores artesanales que serán los mayores beneficiarios, porque ellos sufren los vaivenes del oficio y esperamos que puedan desarrollar sus habilidades con mayor tranquilidad”, aseguró.
Para el diplomático, este acuerdo se ejecutó por el fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre los dos países. Explicó que en septiembre se podrá realizar el primer gabinete Ecuador- Colombia, en el que se revisarán los avances de la integración. En julio –detalló la canciller colombiana María ángela Holguín- se reunirán los ministros de Relaciones Exteriores para definir los programas y el avance de los proyectos. “Aprendemos de Ecuador la política acertada de los gabinetes ministeriales”, comentó.
Holguín manifestó que están comprometidos a desarrollar acciones en las áreas de frontera. Recordó que se creó hace una semana la Comisión de Vecindad, que será una entidad que trabajará en prevenir la pesca ilegal y en constituir un proyecto sólido de pesca artesanal.
Luis Enrique Batioja, miembro de la Cooperativa Sirena del Pailón, dijo que la situación en la frontera marítima es difícil. “Algunas veces se nos pierden las mallas de pesca, las buscamos y no las encontramos, creemos que se nos las llevaron los pescadores colombianos con el producto”, denunció.
Confesó que para los pescadores colombianos la situación es más sencilla, pues ellos pescan en jornadas de 8 y 10 días mientras que los ecuatorianos lo hacen cada dos días, “y si ellos se nos llevan la malla perdemos nuestra inversión”.
Esa malla cuesta 3.000 dólares y montar una canoa de pesca representa 15.000 dólares “y cuando se nos roban el producto, perdemos la pesca y nuestra malla, figúrese el perjuicio”. Ahora Batioja está satisfecho con la firma. “Era un pedido de los pescadores”, señaló.
Pide a las autoridades de la Marina que se delimite la zona con boyas y banderines. “Ahora es el mar abierto y nosotros como pescadores no sabemos cuándo estamos en zona ecuatoriana y cuándo en zona colombiana y no queremos ser sancionados”, explicó.
El canciller ecuatoriano afirmó que en octubre se definirán los límites marítimos entre Ecuador- Perú, con la declaración de Bahía Histórica, en Guayaquil, y en noviembre con Costa Rica, que limita con las Islas Galápagos, de Ecuador.