Las fuertes lluvias que han caído durante la temporada invernal en varias regiones de Ecuador han dejado un total de 35 muertos y 63 heridos, según el último balance oficial divulgado por la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos.
Más de 2.090 personas resultaron damnificadas y unas 20.600 tuvieron que ser trasladadas a los albergues que acondicionaron las autoridades locales o a viviendas de particulares que se ofrecieron a ayudar a los afectados.
El temporal ha causado daños en al menos 16 provincias, de las cuales siete tuvieron que ser declaradas en emergencia por el gobierno de Rafael Correa. Las más afectadas son Esmeraldas, Los Ríos, Guayas, El Oro, Azuay, Cañar, Cotopaxi, Loja, Tungurahua, Zamora Chinchipe, según precisa la agencia oficial Andes.
Un total de 19.057 viviendas sufrió daños por las fuertes precipitaciones; de esa cifra, 353 casas quedaron completamente destruidas. Esta situación afectó a más de 269.300 personas.
El Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno El Niño (Ciifen) informó que el análisis estadístico de 430 estaciones de los servicios meteorológicos de ocho países, durante el período de marzo a mayo, determinó que hubo lluvias por encima de lo normal en la mayor parte de Venezuela, así como en la Sierra central y sur de Colombia.
También en la Costa central del Ecuador, Sierra sur de Perú, región altiplánica del norte de Chile; además, en el noroeste y sur de la provincia de Buenos Aires, en Argentina; y la mayor parte de Uruguay.
Varios ministerios ecuatorianos se mantienen en alerta, a pesar de que han cesado las lluvias en la mayor parte del territorio nacional.
Entre ellos, la cartera de Salud prosigue con sus cercos epidemiológicos para impedir la propagación de enfermedades provocadas por el descenso de las aguas y proliferación de mosquitos.