En un acto especial, el presidente de la República, Rafael Correa, firmó el decreto que confiere el grado honorifico de General del Ejército, post mortem, al revolucionario Eloy Alfaro Delgado.
La designación se dio en el marco de los actos en conmemoración de los 117 años del triunfo radical y el ascenso al poder de Alfaro, conocido como “El viejo luchador”, que lideró un proceso que integró al país a la modernidad.
Al evento, que se desarrolló en Ciudad Alfaro, edificación levantada en el cerro Montecristi, en la localidad homónima, donde nació Eloy Alfaro, asistieron jóvenes de movimientos revolucionarios de América Latina, representantes de las Fuerzas Armadas de los países de la Alianza Bolivariana (ALBA), asambleístas, ministros y adolescentes abanderados de la provincia de Manabí.
El presidente de la República arribó a las 8:55 en medio de los honores militares de representantes de las tres ramas de las Fuerzas Armadas y de estudiantes de la Escuela militar Eloy Alfaro, que formaron una calle de honor.
Aleida Guevara Sánchez, hija del revolucionario argentino Ernesto “Che” Guevara, arribó más temprano y saludó el proceso de cambios que lidera Correa.
La ministra de Patrimonio, María Fernanda Espinosa, precisó que la revolución que lideró Alfaro no puede denominarse liberal –como se nombraba a los movimientos burgueses de la época-, “nos gustaría que quede para la historia que esta fue una revolución Alfarista”.
“El apellido de Don Eloy se ha convertido en el identificador de nuestro proceso político”, indicó al trazar un paralelismo entre los principios revolucionarios que proclama el presidente Rafael Correa.
Reseñó que con el triunfo de la Revolución Alfarista empezó a tomar forma el nuevo Ecuador. “Esa hacienda nación, gobernada con privilegios para unos y de pobreza y exclusión para las mayorías, se transformaría poco a poco en una republica con derechos y oportunidades para todos”.
El proceso que lideró Alfaro permitió que los pobres y excluidos se conviertan en ciudadanos, las mujeres se incorporaron a al educación y a la vida pública, se inició la construcción de grandes obras que forjarían la unidad nacional y cambiarían para siempre la historia del país, expuso la funcionaria.
“Con esta Revolución nació lo más importante que se le puede entregar a un pueblo: la esperanza. Nació un autentico intento nacional para convertir a pobres y excluidos en ciudadanos, nació entonces una época que demostraba que se podía soñar que otro mundo era posible”, subrayó.
Otros hitos de Alfaro son la institucionalización y profesionalización de las Fuerzas Armadas, fundó el colegio militar que actualmente lleva su nombre y expidió un reglamento para las jerarquías y los grados, reseñó la Ministra.