El rescate récord de Bankia hizo tambalearse ayer a España en los mercados, a pesar de las declaraciones del presidente del gobierno, el conservador Mariano Rajoy, quien aseguró que la cuarta economía de la Eurozona no pedirá una ayuda europea para recapitalizar su banca.
“No va a haber ningún rescate (internacional) de la banca española”, aseguró en una poco habitual rueda de prensa Rajoy, quien desde su investidura en diciembre comparece raramente ante los medios.
Horas antes, el diario conservador El Mundo había afirmado que Madrid podría pedir ayuda al fondo de rescate europeo para inyectar 30.000 millones de euros en tres entidades intervenidas: CatalunyaCaixa, NovacaixaGalicia y Banco de Valencia.
Pero las declaraciones del jefe de gobierno no parecieron surtir el efecto deseado. La Bolsa de Madrid se desplomó 2,17% y cerró en su nivel más bajo desde el 27 de mayo de 2003, lastrada por los bancos, que sufrieron fuertes pérdidas, encabezados por Bankia, que cayó 13,38%.
Tampoco el mercado de deuda sonrió a España. La prima de riesgo -el sobrecoste que paga España por sus bonos a diez años en comparación con Alemania, tomada como referencia europea- alcanzó un nuevo récord histórico, a 511 puntos básicos. “Con una prima de riesgo de 500 puntos básicos, es muy difícil financiarse”, admitió Rajoy.