Varios países de Occidente anunciaron este martes la expulsión de personal diplomático sirio, en protesta por la matanza de civiles el pasado viernes en la ciudad siria de Hula, donde perecieron 108 personas, de los cuales 49 eran niños y 34 mujeres, según la ONU.
Tras calificar de «violaciones flagrantes» los últimos acontecimientos, Estados Unidos expulsó al encargado de negocios sirio en Washington, Jabbour Zuheir, quien tiene 72 horas para abandonar el país.
Más temprano, el presidente francés, François Hollande, informó también que adoptó la misma medida respecto a la embajadora de Siria en París, quien es también embajadora de su país ante la Unesco, con sede en la capital francesa.
El mandatario anunció, además, que en julio tendrá lugar en París una reunión del grupo de Amigos de Siria.
En tanto que el Ministerio de Exteriores italiano comunicó la expulsión del embajador sirio Hasan Jadur, quien ha sido declarado «persona no grata». La medida se ha extendido a varios funcionarios de la embajada.
En el caso de Reino Unido, la decisión es contra el encargado de negocios en Londres, Ghassan Dalla. A otros dos diplomáticos sirios se les ha dado siete días para dejar territorio británico, aunque la embajada no será cerrada.
El Gobierno español expulsó al embajador sirio en Madrid, Hussam Edin Aala; en tanto que Alemania hizo lo propio con el representante sirio en Berlín, Radwan Lufti.
También anunciaron decisiones similares Australia, Canadá y Bulgaria. Mientras que el Gobierno holandés declaró persona «no grata» al embajador del país árabe.
Israel, a través de su ministro de Defensa, Ehud Barak, aplaudió la decisión de estas naciones y pidió que otros gobiernos del mundo sigan su ejemplo.
«La expulsión de los embajadores de Siria es un nuevo paso en el camino para derrocar el régimen de la familia Asad. Otros gobiernos en el mundo deberían actuar de manera similar», sostuvo.
Hoy, el enviado especial conjunto del secretario general de la ONU y de la Liga árabe para Siria, Kofi Annan, se reunió con el presidente sirio, Bachar al Asad, a quien le pidió el fin de la violencia y la liberación de los detenidos como primer paso para detener el conflicto que sufre el país árabe.
De su lado, Al Asad señaló que la iniciativa de paz planteada por Annan «depende de que se detenga el contrabando de armas y se frene el terrorismo y a quienes lo apoyan», según declaraciones recogidas por la agencia oficial Sana.
El gobernante sirio destacó que supuestos grupos terroristas han aumentado últimamente sus acciones asesinando y secuestrando ciudadanos sirios, así como atacando propiedades públicas y privadas.