El Presidente de la República, Rafael Correa, participó en la sesión solemne en conmemoración de los 190 años de la gesta heroica de la Batalla de Pichincha, en la Capilla del Hombre, donde destacó la lucha libertaria del Mariscal Antonio José de Sucre, pero enfatizó que “del pueblo es la gloria, porque las independencias y revoluciones no las hacen los líderes, sino los pueblos con cohesión social y esperanza”.
Resaltó que, a diferencia de la lucha que se libró en la independencia con balas, hoy “nuestras balas son los votos, los libros y el conocimiento”, y que la voluntad del pueblo expresada en las urnas demanda la construcción de un país más justo, equitativo e inclusivo.
El Primer Mandatario aseguró que los mismos ideales de nuestros referentes independentistas son los que alumbran cada día el camino para conseguir la segunda y definitiva independencia, y consolidar la Patria Grande latinoamericana.
Resaltó que, para este fin, las políticas públicas se enfocan a disminuir brechas económicas y de desarrollo, brindar igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos y a todos los territorios.
En su discurso, el Jefe de Estado criticó al escándalo formado por la oposición y cierta prensa sobre el caso de la avioneta mexicana estrellada en Manabí, que no fue detectada por los radares por volar a baja altura. Explicó que antes estos radares no existían, y que en este Gobierno fueron adquiridos gracias a una inversión de 60 millones de dólares.
El Presidente Correa motivó a los ciudadanos, sobre todo a los jóvenes: “por cada palabra de desaliento de los mismos de siempre, los huracanes de esperanza de nuestros jóvenes; por cada miseria de cierta prensa, la nobleza de nuestra gente; por cada ofensa a nuestra fuerzas armadas, el heroísmo de nuestros soldados”.
El Primer Mandatario también destacó a los personajes condecorados por el Gobierno de Pichincha en el grado de Gran Oficial, como el artista plástico Jorge Perugachi, Pedro Restrepo y la esposa del comandante sandinista nicaragüense Tomás Borge, Marcela Pérez. “Te recordaremos siempre, compañero comandante Tomás Borge, continuaremos la tarea de sembrar hasta ver florecer este sueño de todo el continente”.
Recordó también el fallecimiento, hace 31 años, del expresidente Jaime Roldós Aguilera, de quien dijo «representó el anhelo de cambio democrático, aplicó políticas soberanas y que sin su prematura partida la historia de nuestro país hubiera sido diferente: sin sucretizaciones, sin lacayos, sin entreguismo”.
Finalmente, el Jefe de Estado, convocó a que el heroísmo de nuestros próceres “nos recuerde las nuevas batallas que tenemos que enfrentar: la mediocridad, el engaño y la miseria”. Así culminó su alocución el Presidente Correa, quien fue aplaudido efusivamente por los asistentes.