“Toda revolución con la comunicación tiene que ver con la libertad y con la democracia”, así dijo el intelectual y periodista español Ignacio Ramonet, quen dictó una conferencia magistral este lunes en la Capilla del Hombre, edificación-obra póstuma del maestro Oswaldo Guayasamín, en Quito.
Aquella afirmación fue la clave de la primera parte de su ponencia, que analizó la inclusión de la internet en el panorama de los medios de comunicación, lo que calificó como una revolución, similar a la comenzada con el invento de la imprenta de Gütemberg en 1440.
Dado a que comenzó su ponencia relatando el impacto de un gigante meteorito en el fin de la era jurásica en el Golfo de Yucatán, dijo que la comunicación fue impactada por el internet, y eso está “provocando una extinción de toda una serie de actores del precedente ecosistema”. Así, “el periodismo, como lo conocemos, ¿puede sobrevivir?, el periodismo de prensa de papel, ¿tiene futuro?”
“Si con las maquinas, cada uno de nosotros puede ser periodista, ¿qué es un periodista?, o si cada uno puede hacer periodismo, ¿qué es el periodismo?
“Existe el periodismo ciudadano, que está marcando el fin del monopolio de la información que estaba captado por los periodistas” y al finalizar su exposición, contestando una pregunta del público afirmó “los medios controlaban al poder, ahora la ciudadanía es la única con las herramientas para controlar al poder”.
“Las redes sociales, están desarrollándose como un túnel en Estados Unidos, donde el equipamiento promedio de los hogares es muy elevado, con internet de banda ancha, igual que Japón, Alemania, y ese alto nivel de equipamiento hace que el tiempo de las personas se pase por una pantalla de un ordenador o un teléfono con pantalla, ya no leyendo periódicos de papel”. Esa realidad, en su análisis produce un cambio en la forma de comunicación, pues el formato invita y exige al usuario a retroalimentar la información.
Frente a ello está el trabajo del periodista de periódico, que ha caído en lo que Ramonet llamó “la dictadura de la prisa”, que conlleva a que el periodismo mantenga a la ciudadanía en una “inseguridad informativa”, similar a la inseguridad en las calles, o la inseguridad en el tenso ambiente de las relaciones internacionales…
“Los internautas han aprendido a autoinformarse y las redes sociales los han empoderado”, dijo el exdirector del diario francés Le Monde Diplomatique.