María Eugenia Pozo acudió el pasado miércoles al Consejo de Educación Superior (CES) para actualizar los datos académicos de sus dos hijas, ex alumnas de la Universidad Cristiana Latinoamericana (UCL), de Quito, clausurada en abril pasado.
Con evidente preocupación se dirigió al departamento donde funcionan las mesas de información. Ahí la recibió Rita Jácome, estudiante de la Universidad Central del Ecuador (UCE), quien le pidió los datos de sus hijas (cédula, institución, especialidad, etc.).
La madre quiso actualizar los datos de Heidy y Jéssica Hernández Pozo para el plan de contingencia. Sin embargo, cuando ingresó al sistema se dio cuenta de que las jóvenes, que cursaban el primer año de la especialidad de Odontología, no se encontraban en la base de datos.
Inmediatamente acudió a la UCL, en donde le dieron un documento que certifica su paso por la universidad. Una vez que la mujer presentó el documento, los datos fueron actualizados. “Esto es el colmo. Uno, como padre se esfuerza para pagar un poco más y cree que va a tener mejor atención. He perdido $ 3.500 y lo que más me duele es que hemos perdido tiempo”, comentó la madre y dijo que está exigiendo que se le devuelva el monto por ambas matrículas, pero no ha tenido ninguna respuesta.
Esta situación es recurrente, dijeron las cuatro estudiantes que atienden en las brigadas informativas para el Plan de Contingencia por las 14 universidades cerradas.
Un grupo de 100 estudiantes de la UCE son los encargados de actualizar los datos proporcionados por los alumnos. Ximena Duchicela, miembro de las mesas, aseguró que decenas de universitarios se han llevado la sorpresa de que ni siquiera constaban en la nómina de las universidades.
A los estudiantes también les preocupa el escoger la universidad nueva donde habrán de registrarse, indicó Elizabeth Vallejo, integrante de la directiva del CES, quien aseguró que ha sido positiva la respuesta de los estudiantes para acogerse al Plan de Contingencia.
De acuerdo al reporte de ingresos de la web del CES, hasta el pasado viernes el organismo había registrado 36.772 estudiantes, de los 38.108 universitarios que quedaron afuera, tras el cierre de las 14 instituciones superiores.
La funcionaria asegura que los administradores temporales detectaron ciertas irregularidades, luego de varias auditorías, entre ellas que ciertas universidades funcionaban en instalaciones alquiladas, no propias. También se registró que otros centros no pagaban los impuestos al Servicio de Rentas Internas.
Agregó que los maestros de dichos establecimientos también pueden registrarse en la página del CES, con el objetivo de ubicarlos en varias plazas docentes.
Hasta el momento estaban registrados 1.954 maestros de 3.260 docentes que se quedarían sin empleo. En cuanto al personal administrativo, 959 funcionarios trabajaban con contrato y 754 bajo relación de dependencia.
Vallejo indicó que ese grupo recibirá sus liquidaciones respectivas, en coordinación con el Ministerio de Relaciones Laborales. Pero primero se necesita conocer el informe de los administradores temporales.
“Se conoció que algunas universidades registran “patrimonio cero”, puesto que las instalaciones eran arrendadas. En otros casos, el personal administrativo y docente no recibía sus salarios puntualmente y tampoco estaban al día en los pagos al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS)”, aseguró.
Por lo pronto, dijo, se están contrastando datos de los bancos y de los departamentos jurídicos. “Dependiendo del patrimonio de los institutos de educación superior se realizarán las liquidaciones. Lo que nos interesa es que ni los estudiantes, ni trabajadores resulten perjudicados en este proceso”, señaló la funcionaria.
Vallejo agregó también que una vez que sea depurada y actualizada la información que llegue al CES por el récord académico de los universitarios, se presentará un informe.
Posteriormente, los estudiantes podrán acudir a las ex universidades para solicitar su récord académico de forma gratuita y automática.
Santiago Saquisilí (21 años) también llegó para actualizar sus calificaciones. El joven se encontraba en tercer semestre de Odontología en la Universidad Interamericana de Chimborazo. Por cada semestre canceló $ 840 (por servicios de clínica, servicio de odontología, carné, Internet, biblioteca virtual, etc.). “Espero que pueda revalidar las materias en la Universidad Central, porque tengo miedo de que no me hagan válidos mis estudios”, comentó.
Dentro del Plan de Contingencia, el CES informó que en la actualidad están disponibles 59.212 cupos, de los cuales 24.351 corresponden a las carreras vigentes y 34.861 a las de titulación especial.
De las carreras vigentes, el 31% son ofrecidas por instituciones de educación superior categoría A y el 40% por instituciones categoría B; el 17% por los centros de categoría C y el 12% de categoría D.