En Vinces, la otrora cuna del mejor cacao del Ecuador y del mundo, se vive un ambiente de fiesta. No es por la conmemoración de un nuevo aniversario de fundación ni por la recordación de alguna fiesta religiosa, sino por la ‘pepa de oro’, que vuelve a tomar protagonismo en pleno siglo XXI.
Y es que por el año 1800, Ecuador vivió una época dorada gracias al cacao fino de aroma que se producía en esta zona y que era apetecido especialmente en Francia. Ahora el destino es Italia, concretamente la exclusiva fábrica de chocolates: Domori.
Por ello unas 200 familias que forman parte de la Asociación de Productores Orgánicos de Vinces, (Apovinces) se alistan para mandar un contenedor con 50 toneladas del producto a territorio italiano.
Es el primer embarque que harán a esta nación europea, luego de un año en que mandaron un cargamento de prueba.
Pero las buenas noticias para ellos no se terminan ahí. El aroma y el sabor de las pepas despertó también el interés del empresario David Sang Kim, de la compañía Terra York Cacao, quien se alista a comprar el producto para llevarlo a lo más selecto del mercado suizo.
Gerardo Molina, gerente de la Asociación, dijo que es la alta calidad del grano lo que atrae a estos exigentes paladares hasta territorio vinceño.
Señaló que este esfuerzo conjunto les trae otro beneficio a los agricultores, pues en lugar de recibir $90 por cada quintal como les pagan en Guayaquil se les cancela $ 100. “Nosotros ya tenemos compradores directos. No vamos a intermediarios ni nada por el estilo”, dijo.
Agregó que anualmente la producción del cacao orgánico del gremio oscila entre 800 y 1.000 toneladas. De esa cantidad, por lo menos el 80% está listo para ser colocado en el mercado europeo y norteamericano. El porcentaje restante será vendido a un pequeño grupo de empresas locales que demandan pepas de altísima calidad.
Pero, ¿cómo hacen para darle tanto valor a sus almendras? En ese proceso interviene la Universidad de Guayaquil, que lleva adelante desde hace 6 años un programa con los miembros de esta organización y cuyos frutos recién van a recoger a mediados de este mes cuando se concrete el envío de cacao hasta suelo italiano.
Molina resaltó que los agricultores le pagan $6 a ese centro de educación por lograr una fermentación de sus pepas de casi el 80%. “Ellos reciben el producto, lo pesan, lo secan y le dan el tratamiento necesario hasta que ya puede ser comercializado. Este es un trabajo científico. Hay una labor de mejoramiento continuo y de investigación”, expresó.
La mano de la Universidad
La ingeniera agrónoma Gardenia González es la encargada del proyecto por parte de la Universidad de Guayaquil y una de las responsables del exitoso desarrollo de los cacaoteros de la Apovinces.
Poseedora de un masterado en Educación Agropecuaria y jefa del Laboratorio del Control de Calidad en Semillas de ese centro educativo, explicó que el logro de este grupo de vinceños no es casualidad.
“Desde hace 6 años estamos trabajando en esto. No arrancamos con una buena calidad. Eso lo hemos conseguido a base de estudios y pruebas”, recordó.
Añadió que los clientes en el exterior exigen una fermentación superior al 70% y al momento con la Asociación superan eso en casi 10 puntos. “Nuestros compradores desean que el cacao les sepa a frutas, hierbas, etcétera. El aroma y el sabor que les damos es único”, aseguró.
González contó que para conseguir aquello le pide a los productores que a la hora de cosechar la mazorca ésta esté madura y sana.
Asimismo debe tener una buena apariencia interna y externa, es decir, que no presente ninguna afectación. Tras eso les pide que le traigan el producto fresco, ya que el proceso de fermentación, secado y tendido se hace en la planta que tienen junto con Apovinces, ubicada antes de entrar al cantón fluminense.
“La fermentación se da en cajones de madera y la decide el cliente. Puede ser de 2 o de 3 días. Va de acuerdo a gusto del comprador”, subrayó.
Para alcanzar el 7% de humedad, que es lo óptimo, vigilan la cantidad de Sol que reciben las pepas mientras están tendidas. “La Asociación ha recibido reconocimientos por su producto. Nosotros como Universidad solo cumplimos con uno de los ejes de las políticas de Estado, que es vincularnos con la comunidad”, concluyó.