Durante una conferencia magistral este martes, el presidente Rafael Correa dijo que de poder resumir en una sola palabra el Socialismo del siglo XXI esa sería «justicia», y precisamente eso es lo que comparte con el Socialismo tradicional.
El Mandatario dictó la conferencia sobre el Socialismo del Siglo XXI y su aplicación en modelos políticos y económicos en Sudamérica, en el auditorio del Centro Tecnológico Naval, al norte de Guayaquil.
«En sociedades tan injustas como las latinoamericanas, la única forma de llegar a la libertad es la justicia», sostuvo Correa al explicar que aún ahora «los mayores explotadores nos siguen hablando de libertad».
Preguntó así, en el caso de Ecuador, qué libertad tenían los tercerizados, las empleadas domésticas con sueldos de apenas 80 dólares mensuales sin afiliación al seguro social y otros derechos, y aquellos que vieron sus dineros congelados por la banca corrupta.
«Esa es la extraña libertad que añora nuestra clase dominante», sostuvo. «No puede haber libertad sin justicia, sólo a través de la justicia lograremos la verdadera libertad», reiteró.
Subrayó la necesidad del cambio cultural, especialmente de las élites, como uno de los ejes fundamentales para el desarrollo.
En este sentido, explicó que América Latina es una de las regiones del planeta con mayor desigualdad. «En nuestras sociedades existen abismos insostenibles e intolerables de desigualdad, producto –entre otras causas- de la defectuosa distribución del ingreso».
«No habrá democracia verdadera si nos quedamos en la formalidad», sostuvo al recalcar que las políticas públicas deben estar enfocadas a disminuir la brecha de desigualdad e inequidad.
Correa dijo que la historia demuestra que para lograr la justicia e incluso la eficiencia se requiere de «manos bastante visibles»: la acción colectiva, la mano del Estado, la planificación, entre otros aspectos.
Criticó la categoría de mano «invisible» del mercado libre que ha dejado consecuencias intangibles sobre una sociedad cuyo único valor es la búsqueda del fin de lucro, siendo este el punto de partida para el nacimiento del socialismo del siglo XXI».
Sostuvo que aunque se nutre de muchas corrientes filosóficas, el Socialismo del siglo XXI se trata de un precepto original, que plantea nuevos paradigmas de desarrollo centrados en el ser humano y en la defensa de la vida.
En la conferencia también se refirió a los avances realizados durante su gobierno en materia económica y social. Mencionó así la renegociación de la deuda externa, el incremento en la recaudación tributaria, un sistema impositivo mucho más justo, la creación del impuesto a la salida de divisas, la renegociación petrolera.
Entre otras reformas, recalcó que ahora ninguna empresa podrá declarar utilidades hasta que todos sus trabajadores hayan alcanzado el salario digno.
También se refirió al control del poder de mercado. Indicó que en Ecuador ya hay una ley para evitar la explotación de grupos oligopólicos y monopólicos.
«El cambio de relaciones de poder está ocurriendo en la mayoría de países latinoamericanos», puntualizó, destacando que por eso es necesario captar el poder político y tener la potestad de transformar las estructuras vigentes. «Este es el desafío fundamental de América Latina», aseveró.
Destacó que otra característica clave es colocar al ser humano sobre el capital.