Hasta ahora se ha reportado siete víctimas del incendio de ayer ocurrido en Guayaquil en las calles Luis Urdaneta y Ximena. Todos fueron atendidos en el Hospital Luis Vernaza. Cinco de ellos permancen en la unidad médica, los otros dos fueron dados de alta.
Omar Medina, coordinador del pensionado del Hospital Luis Vernaza, indicó en una entrevista a radio Sonorama que de los cinco pacientes que permanecían en la casa de salud «tres pacientes están estables tienen lesiones por inhalación de dióxido de carbono, traumas leves y quemaduras de segundo grado.Todas (víctimas) afortunadamente fueron atendidas por el equipo médico».
Sin embargo, otros dos pacientes están en la sala de quemados en la casa de salud. Medina resaltó que las quemaduras de los pacientes depende mucho de su evolución.
La Fiscalía del Guayas encargó el caso al agente Jackson Lima para comenzar con las indagaciones previas y para determinar los responsables de las causas, se investiga si en el sitio hay indicio de negligencia de los dueños de la fábrica o si funcionaba clandestinamente sin los permisos correspondientes.
Todavía se están cuantificando a cuánto asciende el monto total del incendio mientras que las calles siguen resguardadas y sin energía eléctrica.
Sin embargo, el incendio de ayer podría repetirse nuevamente si no se toman las debidas precauciones. Esto se debe a que algunas de las cunetas que están alrededor del incendio, todavía poseen todavía restos de agua con precursores químicos que puede causar el mismo daño con tan sólo una chispa.
«Nostros en este momento vamos a recoger muestras para determinar que tipo de líquidos utilzaban en el lugar, vamos a hacer pruebas confirmatorias que tipo de químicos utilizaban» dijo el Jefe de la unidad de químicos de criminalistica.
Luis Barzallo un morador que vive cerca del sector se sorprendió al ver escenas que sólo las ha visto en películas, «pero ahora lo tengo mi mente». Otro morador que también vive cerca del sector todavía no cree lo que pasó ayer e indicó: «se veía que entraban químicos allí, pero no vimos nunca lo que hacían».