La Policía detuvo ayer a más de 250 opositores que realizaron una sentada en el centro de Moscú para exigir que se les dé una hora de directo en las televisiones estatales de Rusia para explicar su protesta contra el presidente electo, Vladimir Putin, quien inicia hoy su tercer mandato.
La mayoría fue detenida en la plaza Bolótnaya, donde se congregaron los manifestantes de “La Marcha de Millones”, como llaman a las protestas convocadas por el país para protestar contra la investidura de Putin, que derivó, en Moscú, en violentos enfrentamientos entre agentes antidisturbios y manifestantes.
“Más de 250 personas han sido detenidas en el centro de Moscú por actos contrarios a la ley”, explicó el portavoz del Ministerio de Interior ruso a la agencia Interfax.
Entre 8.000 y 20.000 personas, según las autoridades o los convocantes, respectivamente, participaron en la manifestación en la capital rusa, cuyos choques empezaron cuando los policías se desplegaron e intentaron evitar que los manifestantes cruzaran un puente.
Los agentes antidisturbios reprimieron la manifestación y detuvieron a tres líderes opositores, entre ellos al bloguero anticorrupción Alexei Navalny, el liberal Boris Nemtsov y el líder del Frente de Izquierda, Serguei Udaltsov, quien fue detenido cuando hacía uso de la palabra. “No nos vamos a ir hasta que liberen a nuestros compañeros”, exclamó por un megáfono, mientras los manifestantes coreaban “el poder somos nosotros”.
La Policía tomó por asalto el escenario y se llevó a Udaltsov, mientras los manifestantes la abucheaban. El hombre fuerte de Rusia, Vladimir Putin, vuelve al Kremlin para iniciar un tercer mandato presidencial, tras un movimiento de protestas sin precedentes desde su llegada al poder en 2000.
Putin fue elegido el 4 de marzo con cerca del 64% de los votos tras una elección caracterizada por fraudes, según la oposición.