Los productores de cacao de Manabí y Los Ríos guardan la esperanza de que el nuevo titular del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), Javier Ponce, inicie las acciones necesarias para que el cacao ecuatoriano sea comercializado al mismo precio que el de otros países en el mercado internacional.
Freddy Cabello, presidente de la Unión Nacional de Organizaciones Campesinas Cacaoteras del Ecuador (Unocace), considera que ya es hora de trabajar junto con las autoridades del Gobierno para superar el castigo del 25% que tiene la pepa nacional desde 1993.
En ese año, la Organización Internacional del Cacao (ICCO) impuso la sanción al producto ecuatoriano por la supuesta mezcla del grano con otras variedades menos apreciadas, previo a su exportación. Durante 2011 se produjo poco más de 200.000 toneladas métricas de cacao, lo cual representó un 5% de la producción mundial.
Este esfuerzo de los productores reportó ventas por $ 535 millones o el 14% del Producto Interno Bruto (PIB) agrícola del Ecuador.
Cabello sabe que la cifra es importante, de ahí que recordó que el país planteó al posibilidad de crear la Asociación de Países Productores con el objeto de proteger a los agricultores.
“A nivel local se ha hecho enormes esfuerzos en los distintos gremios para recuperar la calidad y evitar las mezclas”, precisa.
Este criterio lo comparte con Bertho Zambrano, gerente de la organización Fortaleza del Valle en Calceta, que agrupa a un millar de productores.
El dirigente manabita indica que la labor desplegada tiene como finalidad obtener pepas con certificación orgánica y libres de mezclas con otras variedades.
Destaca que hace varios años el país estuvo a punto de tener un nuevo castigo del 25% por el exceso de combinaciones de los granos.
“Estamos haciendo un trabajo entre las asociaciones y gremios. Eso es lo fundamental para salir adelante”, subraya. De esta labor, Cabello recalca que han planteado a los directivos del Magap que se implementen más controles para que los productores manejen mejor las fincas.
Identificar a los buenos productores
La iniciativa de la dirigencia fluminense apunta a que se identifiquen a los cacaoteros que entregan pepas de alta calidad para que no se confundan entre los otros.
“Al momento no se ejecuta ningún esfuerzo junto con el Gobierno. Había un plan que nunca se pudo concretar, pero ahora con la llegada del nuevo secretario de Estado, Javier Ponce, esperamos que empiecen a hacerse las gestiones ante la Organización Internacional del Cacao y podamos todos salir adelante”, remarca.
Zambrano asevera que en el mes de septiembre se reunirá nuevamente esta entidad y se espera que sea el momento propicio para hacer un planteamiento a favor de Ecuador.
A nivel nacional hay aproximadamente 100.000 unidades productivas o haciendas. En cada una de ellas laboran 5 ó 6 personas, es decir que en el sector cacaotero trabajan unas 500.000 personas.
En el país hay 490.000 hectáreas sembradas de cacao que están en las provincias del Guayas, Los Ríos, Manabí, Esmeraldas y El Oro. De estas zonas, la primera abarca un 15% de la producción nacional.
Adicionalmente a estas, también se produce en Santo Domingo, Cotopaxi, Bolívar, Azuay, Orellana, Sucumbíos, entre otras, pero dan pepas de distinta calidad.
Entre los principales clientes del cacao ecuatoriano están Estados Unidos que adquiere cerca de un 50% de la producción, luego Europa con 35%, y dentro de este continente Holanda y Alemania son los principales destinos. Después de estas naciones está México.
Estos mercados representan alrededor de un 90% de las exportaciones cacaoteras, sin embargo en los últimos años se ha podido acceder a nuevos destinos, como China y Japón.
Ecuador se ubica en el séptimo lugar entre los países cacaoteros con el 4,5% de la producción mundial. En materia de cacao fino de aroma, es el más apetecido en el planeta por su sabor y olor, lo que representa un 62%.