La ceremonia de posesión del nuevo jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Leonardo Barreiro, y del comandante de la FAE, Enrique Velasco, fue el marco en donde el presidente Rafael Correa aclaró el rol constitucional de la institución militar y advirtió sobre el déficit en seguridad ciudadana que sufre el país, pese a que la ha dotado de equipos.
Durante un discurso de media hora de duración, el Mandatario leyó el artículo 158 de la Carta Política del Estado que estipula que “las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional son instituciones de protección de los derechos, libertades y garantías de los ciudadanos. La protección interna y el mantenimiento del orden público son funciones privativas del Estado”.
En este contexto, el gobernante recalcó que los garantes de la democracia no son las Fuerzas Armadas, sino la ciudadanía. “En democracia las cosas no se definen por las armas, sino por los votos”, enfatizó. Y recordó que el retorno a la democracia se dio en un clima de fragilidad extrema, ya que el país tuvo 10 presidentes en 11 años.
En su administración, destacó Correa, la visión de la institución militar dio un giro no solo para atender a su personal, sino para articular políticas públicas para el beneficio de la ciudadanía.
El Jefe de Estado dijo que se han otorgado equipos a las Fuerzas Armadas para la defensa de la soberanía e integridad territorial, así como se han mejorado los sueldos a los uniformados y se han construido viviendas fiscales. Lo más importante que tienen las Fuerzas Armadas no son sus tanques, barcos y aviones, sino su gente, exclamó.
En este contexto, hizo alusión a los soldados que han cumplido con la patria más allá de su deber y a quienes a través de la Ley de Héroes y Heroínas se les reconoció su entrega durante los conflictos bélicos con Perú de 1981 y 1995.
“Es este Gobierno quien envío a la Asamblea la llamada Ley de Héroes y ahora 1.400 veteranos recibirán pensiones vitalicias y tendrán prioridad en programas públicos”, expresó, aunque reconoció que se pudieron haber cometido errores que serán corregidos.
Sin embargo, lo que le molesta es que algunos sectores políticos quieran sacar ventaja con esta polémica. Por eso advirtió que este tipo de actitudes son las que se tienen que vencer.
En relación al manejo en las tres fuerzas, dijo que se incrementará la capacidad operativa. Para ello es necesario replantearse hacia dónde camina la institución militar.
“Un país pobre no puede darse el lujo de tener unas Fuerzas Armadas solo para el caso de una guerra convencional, sería talento humano y recursos desperdiciados. La probabilidad de un enfrentamiento en el sur y en el norte, pese a lo de Angostura, es casi inexistente”, reflexionó el Presidente.
En ese sentido destacó que por primera vez en la historia la frontera con Perú está debidamente delimitada, tanto en la tierra, como en el mar y se espera que en el transcurso de este año se determine la frontera marítima norte.
Seguridad ciudadana
El gobernante se refirió a la carta publicada el pasado 10 de abril, en distintos medios de comunicación, por un grupo de militares en servicio pasivo, encabezado por el ex ministro de Defensa, José Gallardo Román, y el coronel Alberto Molina, en donde se manifiesta que “los militares están siendo utilizados, de manera permanente, en tareas que constitucional y legalmente no les corresponde”.
Correa insistió en que la seguridad ciudadana es otra de las atribuciones que tienen, más allá de la defensa de la soberanía y la integridad territorial. “Es en seguridad ciudadana en donde ha existido un déficit”, señaló, al tiempo de indicar que pese a la entrega de equipos, el control de armas para detener a la delincuencia ha sido insuficiente”, precisó.
Acotó que a las Fuerzas Armadas se les ha atendido con aviones no tripulados, lanchas rápidas, muelles flotantes, entre otros dispositivos, pero que aún así no se ve una mejora en la seguridad marítima, que afecta a los pescadores que son víctimas de la piratería.
Ante este llamado de atención a la Marina, el Presidente expresó a los militares reunidos en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro, en Parcayacu, al noroccidente de Quito, que no esperen de él eufemismos. “El problema está en que no se han involucrado en la seguridad ciudadana y la lucha contra el crimen organizado, y de requerir, se cambiarán las estrategias”, advirtió.
Así mismo, dijo que se retirará a las Fuerzas Armadas las empresas que no estén relacionadas con la defensa nacional y que están bajo su administración para que se concentren en su rol.