El Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) de Cuba, cuya directora es Mariela Castro, realizará un estudio histórico sobre las políticas sexuales en la isla, que incluirá a las UMAP, los campos de trabajo donde fueron internados muchos homosexuales en los años sesenta.
En una entrevista publicada en varios sitios digitales de la isla, Mariela Castro, hija del presidente cubano Raúl Castro, señala que muchas de las líneas de investigación del Cenesex «apuntan hacia la política social» y una de ellas tiene que ver con la «evolución» de la política de la sexualidad en el país.
«Esto va a incluir la exploración que estamos haciendo, y que ya hemos hecho previamente para el diseño de la investigación, a partir de entrevistas a personas que tuvieron que ver con la UMAP, jóvenes que pasaron allí el servicio militar y funcionarios», indicó Castro.
A finales de los sesenta y principios de los setenta muchos homosexuales fueron internados en las llamadas Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), junto a otros cubanos considerados desafectos a la revolución e incluso religiosos.
El expresidente Fidel Castro admitió en 2010 en una entrevista que él fue el responsable último de la persecución homófoba a comienzos de la revolución, y reconoció que esos hechos ocurrieron en momentos de «una gran injusticia» y él no le prestó «suficiente atención».
Como directora del Cenesex, Mariela Castro ha liderado en los últimos años una insistente campaña para sensibilizar en los planos político y de la opinión pública sobre el respeto a la diversidad sexual y, desde 2007, promovió la celebración en la isla por el Día Mundial contra la Homofobia.
Esa institución estatal logró impulsar las operaciones de cambio de sexo, aprobadas por resolución ministerial en 2008, y ha llevado al Parlamento un proyecto de ley que modificaría el Código de Familia, con aspectos como la unión legal entre parejas homosexuales.
En su entrevista concedida a un conocido activista homosexual cubano, Mariela Castro destaca la «comprensión», el «apoyo» y el «diálogo permanente» que han sostenido con el Departamento Ideológico del Comité Central del gobernante Partido Comunista para la celebración de las jornadas contra la homofobia.
Calificó de «muy chocante» el silencio de los medios nacionales sobre el tema en sus informaciones, aunque dijo que ya han comenzado a participar «más activamente», y expresó su «aprecio» por el «importante papel» que ha jugado la prensa internacional.
Castro también celebró el trabajo «estable» y «sostenido» logrado en las jornadas contra la homofobia en Cuba, que este año celebrarán su quinto aniversario con un amplio programa de actividades del 8 al 18 de mayo próximo.
Según Castro, muchos cubanos que viven en Estados Unidos y otros países han participado en esas jornadas y «se han sorprendido mucho» y le han dicho «cosas muy interesantes y bonitas».
En ese sentido, negó que todos los homosexuales y transexuales en el exilio estén llenos de rencor y advirtió que «no pocos vienen a agradecerlo (el trabajo de las jornadas), vienen porque quieren verlo».