Luis (pidió la reserva de su identidad), empleado de la telefónica móvil Claro, recibió hace pocos días cerca de $ 20 mil por concepto de utilidades.
La base fue de $ 17 mil (el ejercicio pasado fueron $ 23 mil) y el resto por la carga que le corresponde a su esposa, pues no tiene hijos aún.
Eso más los casi $ 25 mil que cogió el año anterior, le permitieron comprarse una vivienda en una ciudadela privada de la vía a Samborondón y un carro usado, pero en buen estado. Además, les regaló dinero a su madre y sus hermanos.
Como él, varios trabajadores del sector privado ya cobraron sus utilidades y otros están a punto de hacerlo. El plazo que tienen las compañías para cancelarlas vence este domingo 15 de abril.
Entidades como el Ministerio de Relaciones Laborales, la Superintendencia de Compañías y el Servicio de Rentas Internas son los encargados de vigilar que las compañías no incumplan con la fecha establecida.
Y es que el Código del Trabajo, en su artículo 97, establece que el empleador o empresa reconocerá en beneficio de sus trabajadores el 15% de las utilidades líquidas. Para la determinación de las mismas, se tomará como base las declaraciones o liquidaciones del pago del Impuesto a la Renta (IR).
A pocos días que venza el plazo, empleados de la Cervecería Nacional ($ 8 mil de base), Nestlé ($ 2 mil), Supermaxi (no les pagaban hasta el cierre de esta edición, pero el año pasado recibieron $ 2.800) meditan qué hacer con estos valores.
Gabriela, trabajadora de la cadena de supermercados que también pidió omitir su identidad, no tiene hijos, pero espera pagar sus deudas y quizás dar la entrada para comprarse un auto. Aunque no descartó que pueda ahorrar ese dinero para el caso de alguna eventualidad familiar.
Juan Gallegos, técnico de una empresa de servicios en la Amazonía, optará por invertir su dinero en pagar todo el año escolar de su hija, en un reconocido plantel particular de Guayaquil.
También guardará una parte del dinero para juntarlo con lo que ahorre de su salario y ajustar así lo necesario para la compra al contado de un automotor.
Dos analistas económicos creen que esta “época de utilidades” es una buena oportunidad para asociarse y emprender un negocio entre quienes cobraron altos montos.
Fidel Márquez lamenta que en el país no haya una cultura de inversión en el mercado de valores. Explicó que en otros países, cuando a los empleados les corresponde recibir un beneficio como este, lo primero que hacen es comprar títulos o acciones.
Sin embargo, Márquez cree que trabajadores a quienes les pagan altas sumas deberían aprovechar de la oportunidad para asociarse y emprender en algún negocio.
Indicó que abrir un restaurante, una tienda de vestir o una cafetería son alternativas interesantes. “Lo lógico es que quienes más dinero perciban se asocien y desarrollen una iniciativa microempresarial”, destacó.
Con esta idea coincide Esteban López, profesor de Finanzas en la Universidad del Pacífico, en Cuenca. El analista reconoce que en el país este dinero se lo emplea regularmente en el consumo, y solo una pequeña parte se destina al ahorro. En el país, las empresas privadas reparten el 15% de las utilidades líquidas entre sus trabajadores.
De este total, el 10% va directo al empleado y el 5% restante se lo dividen equitativamente entre las cargas (esposa, pareja en unión de hecho y sus hijos menores de 18 años) de los colaboradores.
Si en una misma compañía laboran cónyuges o convivientes en unión de hecho, el pago es individual. En caso de que se produzca el fallecimiento del colaborador de la empresa, sus herederos deberán presentar la posesión efectiva para la cancelación del 5% que les corresponde, pero no de la base.
Mayor control de instituciones
Con la finalidad de reforzar el control del pago de utilidades de los empresarios del sector privado a sus trabajadores, el Ministerio de Relaciones Laborales, el Servicio de Rentas Internas y la Superintendencia de Compañías firmaron un convenio.
El mismo tiene como objetivo establecer un nivel de coordinación e implantar los mecanismos necesarios que permitan evitar el incumplimiento de lo establecido en las leyes, códigos y reglamentos por parte de las compañías.
Para implementar este acuerdo se realizaron talleres entre las tres instituciones, a fin de conocer las facultades, atribuciones y acciones que cada una tiene respecto del manejo de casos de no cumplimiento del pago de este beneficio.
Adicionalmente se creó el manual de atención a los usuarios de las 3 instituciones, para canalizar sus reclamos.
Igualmente se coordinaron acciones y medidas conjuntas para coadyuvar el cumplimiento en la declaración y cancelación de valores a los trabajadores.
El Ministerio de Relaciones Laborales, el SRI y la Superintendencia de Compañías impulsan el cumplimiento de las políticas laborales generando mayor justicia social y velando por los derechos de los trabajadores.
Las compañías privadas que no hagan efectivos estos valores, antes de la fecha señalada por el Ministerio de Trabajo, serán sancionadas con multas.