Bajo la conclusión unánime de que el sector de aceite de palma debe acelerar su giro hacia modelos de productividad más sostenibles culminó en Quito, la III Conferencia Latinoamericana RSPO para la Producción Sostenible de Aceite de Palma.
Los más de 400 asistentes al evento ratificaron, de forma unánime, la necesidad de que el sector certifique su producción bajo los criterios de sostenibilidad RSPO, debido a criterios de responsabilidad social, respeto por la naturaleza y cumplimiento de exigencias de los mercados internacionales.
El RSPO es una iniciativa de múltiples actores que nació en 2004 en respuesta a la demanda mundial de aceite de palma producido de forma sostenible. Sus miembros comparten el compromiso de promover el crecimiento y uso de aceite de palma mediante estándares globales.
Sus más de 500 miembros, que a escala global incluyen a cultivadores de palma, extractores de aceite, fabricantes, bancos, inversionistas, ONG ambientales y sociales, trabajan para llevar al mercado aceite de palma con certificación de origen sostenible, mediante cooperación y diálogo abierto.
Entre los principales expositores del evento estuvieron Yolanda Kakabadse, presidenta mundial de World Wildlife Fund (WWF), y Marcela Aguiñaga, ministra de Ambiente, entre otros.