El planteamiento del presidente Rafael Correa de solicitar la inconstitucionalidad de la prenda general que aplican los bancos al momento de conceder un crédito hipotecario desata distintos puntos de vista entre los analistas.
El asesor bancario Jorge Matute considera que antes de presentar una demanda debería realizarse un estudio del impacto que podría generar la eliminación de esa figura entre las entidades que conceden los préstamos, entre ellas el mismo Banco del IESS.
En cambio, el analista económico Patricio Almeida apunta sus observaciones hacia las instituciones financieras.
Cree que estas deben resguardarse y estudiar la capacidad de pago del cliente y al mismo tiempo que el bien que se adquirirá por parte del prestamista tenga el valor real del mercado.
Ambos coinciden que Ecuador se encuentra distante de lo que sucedió en España o Estados Unidos, donde se produjo una burbuja inmobiliaria (un desarrollo excesivo del crédito, favorecido por los bajos tipos de interés que se establecieron en las principales economías del mundo) y se entregaron enormes cantidades de dinero para adquirir viviendas a muchos años plazo y a bajas tasas de interés.
“No creo que haya el riesgo de una burbuja en el país, pero vemos que los precios de los artículos de construcción se han elevado en forma preocupante. Hay que tener cuidado que esos aumentos no sean especulativos”, advirtió Almeida.
En tanto, Matute señaló que cualquier cambio que se proponga debe realizarse entre los creadores de la ley, el sistema financiero y el Ejecutivo. “Si no se lo hace así puede provocar un boomerang que afecta a las entidades estatales”, subrayó.
Mientras que, los analistas dirigen sus opiniones en torno al riesgo para el sistema financiero privado.
Omar Serrano, representante de los afiliados en el Banco del IESS, descartó que se replique en el país una crisis parecida a la de España.
Explicó que hasta ahora de los 25.000 créditos hipotecarios entregados en los últimos 16 meses, solo 5 se encuentran con retraso en el pago. Eso equivale al 0,02% del total.
Aseveró que el factor determinante en la baja morosidad es que la institución analiza los ingresos de los trabajadores, sus deudas y les descuenta las cuotas del sueldo del rol de pagos.
En torno a la propuesta del Presidente la considera como ética y justa. No obstante, coincide con Matute en el sentido de que cualquier decisión requiere de estudios y el análisis de normas jurídicas, técnicas y financieras.
Hasta enero de este año, el Banco del IESS entregó $ 68 millones por concepto de créditos hipotecarios. Los fondos beneficiaron a 1.919 usuarios, mientras que en el mismo mes de 2011 se otorgaron 1.400 préstamos.
La entidad de los afiliados al Seguro Social da un promedio de 100 créditos diarios, pero el objetivo para este año es que sean 200.
El año pasado la institución tuvo una participación en el mercado de los créditos hipotecarios del 53% en el sector financiero.
La colocación de recursos por parte del banco en 2011 alcanzó los $ 767 millones, mientras que el resto de entidades financieras del sector privado aportaron $ 694 millones.