Un grupo de aproximadamente 20 personas coloca piezas de piedra martelinada -una especie de granito- en el piso del puente peatonal que unirá la parte posterior de la Universidad de Guayaquil -sobre la Av. Víctor Emilio Estrada- y el parque lineal que se encuentra frente a la Universidad Católica de Guayaquil -en la Av. Carlos Julio Arosemena-, al norte de la ciudad.
Esta obra -parte de los trabajos de regeneración urbana que ejecuta el Municipio de Guayaquil en varias zonas locales- arrancó el 22 de julio de 2011 y debía ser entregada el 5 de enero de 2012. Pero de acuerdo con la empresa contratista encargada, el Consorcio Torres Veloz, será entregada el próximo 25 de abril (tres meses después).
“Hubo algunos rediseños, lo que nos llevó a ampliar el plazo y a hacer órdenes de trabajo que nos llevaron más del tiempo previsto originalmente”, explica Leonard Morales, jefe de la obra.
Según trascendió públicamente, una de las causas del atraso es las condiciones del Estero Salado, sobre el cual se levanta este puente peatonal.
“La razón principal es la marea; no es lo mismo trabajar una obra en el río Guayas que en el estero Salado, es difícil hacerlo, porque son máquinas pesadas”, explicó Nelson Pineda, ingeniero de la empresa Recotec, fiscalizadora de la obra.
Morales indica que en la actualidad se encuentra avanzado el 85% de la construcción y que únicamente resta concluir con la parte de los acabados, es decir, la parte final del puente.
“Trabajamos todos los días hasta las 19:00, incluso los sábados y domingos. En total tenemos unos 60 obreros que laboran en una sola jornada”, indica.
Según explicó, el proceso de construcción incluyó la realización del pilojate, la instalación de vigas metálicas y de hormigón.
El monto inicial del proyecto era de $1,980.000, pero con los cambios suscitados la inversión es de aproximadamente $2.000.000.
Para el jefe de obra, la estructura de este puente es muy parecida a la de los viaductos vehiculares que existen en la ciudad.
“La cimentación está realizada con pilotes, los cuales tienen una gran capacidad. Por las características del Estero Salado, según los diseños, este puente debía construirse así por la resistencia que tiene este tipo de suelo. Luego de los pilotes se coloca la estructura de amarre principal, las vigas metálicas y las vigas doble T prefabricadas. Encima se pone la losa y posteriormente los acabados”.
El especialista explica que la obra contemplaba la colocación de 40 pilotes, no obstante, por razones técnicas solo se instalaron 39 a una profundidad de 33 metros.
Morales recuerda que en el lugar se colocó gran cantidad de maquinaria pesada, por esto se han comprometido a dejar el sitio tal y como estaba antes del inicio de la construcción.
La pasarela que une ambas universidades, y que posee un diseño en forma de zigzag, tendrá una extensión de 105 metros de punta a punta y 6 metros de ancho.
En esta primera semana de abril también está prevista la terminación del Puente de Las Monjas, que une a Urdesa con la Av. Carlos Julio Arosemena.
Según informaron trabajadores, la semana pasada la obra estaba en un 99%; por ello este fin de semana se cerró nuevamente el único carril que estaba habilitado.
Entre ayer y hoy en planes estaba la instalación de las barandas de seguridad y la ubicación de las luminarias.
El viaducto, que tiene una longitud de 100 metros y 14,50 m de ancho, con dos carriles, debía ser entregado el 15 de febrero del presente año, pues su edificación ya empezó hace más de un año y un mes.
Al inicio de este abril también venció el plazo para la entrega del paso peatonal de la Vía Perimetral, sitio donde en septiembre de 2010 fallecieron 17 personas y hubo 20 heridos por la imprudencia de un conductor ebrio.
Las gestiones para el levantamiento de esta estructura, a la altura de Bastión Popular, empezaron en diciembre pasado y tenían un plazo de 90 días para ser concluidas.
Sin embargo, la Dirección Provincial del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), responsable del puente, informó a medios locales que no se descarta que la conclusión tome algo más de tiempo porque pueden surgir aspectos imprevistos.
Este paso, de 47 metros de longitud, contempla la construcción de un carril adicional (que permitirá a los buses recoger a los pasajeros) y rampas, con inclinaciones adecuadas para que cualquiera pueda subir sin problemas.