El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. anunció este lunes la detención de 3.168 inmigrantes ilegales con cargos en todo el país en la mayor operación policial con esta finalidad y reiteró que su lucha contra la inmigración clandestina da prioridad a la persecución de criminales.
La Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) indicó que de los casi 3.200 arrestados, 2.834 tienen cargos por presuntos crímenes, incluidos 149 supuestos agresores sexuales, 50 miembros de bandas organizadas, además de personas con cargos por asesinato, robo, amenazas terroristas y tráfico de drogas.
En la operación llamada «Cross Check» también se arrestó a 698 inmigrantes que habían huido de las autoridades para evitar la deportación y otros 559 que habían vuelto a entrar en el país tras ser deportados.
Hay detenidos de 116 nacionalidades diferentes, un tercio de ellos tienen más de un cargo criminal y el 89 % son hombres.
Para la redada, realizada a finales de marzo en todo el país, se movilizaron a 1.900 agentes del ICE y se colaboró con las autoridades locales, estatales y federales.
El Departamento de Seguridad Nacional, incluso, destacó los casos más graves para subrayar que las detenciones «avalan la política migratoria» y «sacan de las calles a delincuentes», que serán expulsados del país en «las próximas semanas y meses».
La redada «Cross Check» es la tercera en la historia del ICE, que realizó la primera el pasado mayo con 2.442 detenciones como resultado y la segunda en septiembre con 2.901 extranjeros arrestados.
Desde 2009, cuando esta agencia federal inició sus operaciones contra los inmigrantes ilegales con cargos, también se han desarrollado siete operaciones regionales.