Pablo Wagner San Martín, subsecretario de Minería de Chile, señaló que en la región se hace creer que el Estado es un pésimo administrador; pero en su país, la principal empresa que maneja el cobre es estatal y ha dado resultados positivos.
Fue el segundo a bordo del rescate de los 33 mineros en el yacimiento San José, noroeste de la ciudad chilena de Copiapó; tiene el récord de haber permanecido despierto 80 horas, que constituyeron los momentos más difíciles para sacar a la superficie a los obreros. Es Pablo Wagner San Martín, subsecretario de Minería de Chile, quien resaltó que la extracción sustentable de los recursos desarrolla a los pueblos.
El funcionario chileno, en una entrevista con este diario, explica los beneficios que puede tener el país al explotar los recursos minerales con que cuenta, principalmente, en la Amazonía ecuatoriana, donde hay importantes reservas de cobre y oro. Enfatizó que Latinoamérica y el mundo no pueden vivir sin minería sustentable. Para que esta actividad se desarrolle de manera ordenada y amigable con el ambiente, es necesario mantener varios diálogos entre el gobierno, compañías y la comunidad.
¿Los países que tienen grandes reservas de minerales pueden vivir sin explotarlos?
Bueno, esta es la década de los recursos naturales, la escasez está puesta en los recursos minerales, el más escaso ha subido el precio, si uno ve el hierro, el cobre, obviamente los derivados del acero, el oro, la plata, litio, el potasio, el nitrato, ha crecido el precio sustancialmente porque el mineral es escaso, asociado a una demanda creciente desde China y Alemania.
¿Una minería responsable y sustentable puede desarrollar a los pueblos?
En los países de desarrollo emergente, cuando la minería se hace sustentable y bien coordinada, permite generar mejores oportunidades laborales, mejores ingresos, especialmente en regiones apartadas, muchas de ellas muy pobres.
La minería sustentable permite derrotar la pobreza. Un ejemplo es la ciudad chilena de Antofagasta, ahí no hay desempleo, hay mejor nivel de comunicación; pero reconozco que en educación hay que mejorar. Este es un cambio que le ha tomado al sector un proceso de 20 años.
Los activistas de todo el mundo hablan del perjuicio al medio ambiente que implica la actividad minera. ¿Cómo se ha logrado disminuir el impacto ambiental?
Tenemos dos cuerpos normativos importantes. Uno es la Ley de bases del medio ambiente, que obliga a todo proyecto a generar un estudio de impacto ambiental, que debe presentar todas las medidas de mitigación ambiental del lugar donde se realizará y que tenga el acuerdo con las comunidades.
Y ese proceso es transparente, abierto, público, se vota por autoridades regionales primero, después nacionales, tiene un proceso de reclamación a los ministros que va a generar tribunales ambientales también, y cualquier persona puede reclamar si se siente afectada en su proyecto.
También contamos con una Ley de cierre de la faena minera, esa funciona cada vez mejor, ya que evita que se proliferen los pasivos ambientales una vez que la faena deja de funcionar. Para eso creamos las condiciones de un plan de cierre, desde el punto de vista físico y químico; esto porque nuestro proceso minero termina no cuando se extrae la última roca, sino cuando se cierra la faena.
¿Con este cuidado del ambiente se garantiza una recuperación del 100% en el área intervenida?
Eso no podemos decir, porque hay una transformación de una manera distinta. Es difícil que un lugar en el que se hizo extracción minera, después lo dediquemos a la actividad agrícola; pero se convierten en zonas turísticas. Pese a esta circunstancia, se puede hablar de que hay una actividad para el desarrollo económico, alternativa a la explotación minera.
¿En Ecuador, sectores de la oposición dicen que es mejor invertir en el desarrollo turístico, por ejemplo?
Nosotros creemos que eso es un mito. Tranquilamente se puede hacer minería sustentable; de hecho, nosotros tenemos programas mineros turísticos. No hacer minería significa que usted por cada dólar que invierte deja de invertir otro dólar en otras áreas colindantes a la minería, como: construcción, salud, educación, etc., porque tiene un efecto multiplicador muy grande; por cada empleo directo que se hace en la minería se crean otros 5 empleos en otras áreas externas o con relación a la minería.
¿Esto a qué conlleva?
Puedo decir que esto aporta a un proceso de generación de ingresos muy altos. Por ejemplo, en la zona de Antofagasta, en Chile, que es la capital de la minería en Latinoamérica y la más importante del mundo, el ingreso per cápita por habitante hoy es de 28 mil dólares por persona, eso significa que tiene un ingreso permanente, similar a Nueva Zelanda y Corea.
Entonces, eso es lo que puede provocar la actividad minera sustentable y a largo plazo. Por lo tanto, si no lo extrae, de nada vale bajo tierra y lo importante es hacerlo con responsabilidad y sustentabilidad, y las tecnologías y técnicas están probadas en el mundo para hacerlo.