Los baches y las inundaciones en varios sectores populares de la ciudad perjudican las rutas de trabajo de la empresa Puerto Limpio, cuyos vehículos no pueden ingresar. Los moradores de las zonas desatendidas se muestran cada vez más preocupados.
Un fuerte olor a basura y podredumbre inunda el ambiente en una esquina del sector conocido como Monte Sinaí, al noroeste de Guayaquil. Allí, al pie de un poste de luz en reparación, hay un cúmulo de basura que -según moradores del sector- tiene más de 20 días.
“Vienen personas del fondo de la Cooperativa y en lugar de dejar la basura en la calle principal para que la recoja el carro, la amontonan aquí y es terrible”, dice Daniel Navas, de 28 años, morador del sector, quien sostiene que la presencia de basura atrae moscas y enfermedades.
Margarita Castillo, de 30 años de edad, se lamenta:“una de mis niñas se enfermó con hepatitis y el doctor dijo que también tenía que ver con las bacterias y la contaminación en el ambiente”.
Los moradores dicen que lo más alarmante es que la basura se encuentra acumulada a pocos metros de una de las guarderías del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), que se encuentran en el sector.
Monte Sinaí es uno de los ocho sectores populares de la ciudad que, debido a las fuertes y prolongadas lluvias, quedaron sin el servicio de recolección de basura de Puerto Limpio, por la dificultad en el acceso de las unidades hasta allí, según indicaron en un comunicado.
También se encuentran perjudicados por la medida la Cooperativa Sergio Toral 1 y 2, además de la Janeth Toral, Horizontes del Fortín (de la manzana 15 hasta la manzana 22), así como la Cooperativa Mirador de Nueva Prosperina (desde el Bloque 1 manzana 720), la pre-cooperativa 10 de Agosto, la Carlo Magno, y la Voluntad de Dios (en la zona conocida como Lomas de Tamarindo).
Según la empresa que brinda el servicio en la ciudad, una vez que las lluvias cesen y el terreno permita el ingreso seguro de los vehículos, retomarán las frecuencias asignadas por el Municipio de Guayaquil.
La vocera de Puerto Limpio sostuvo que en estos lugares se realiza la recolección con volquetas.
“Se recomienda a los usuarios, cuando las volquetas no puedan ingresar a sus zonas, llevar los desechos a centros de acopio, a la caja estacionaria más próxima o trasladar los desechos hasta la calle más cercana al domicilio por donde sí transitan los recolectores, respetando los horarios y frecuencias asignadas”, indicó.
En el sector de Nueva Prosperina, también en el noroeste, mediante un recorrido realizado por este diario se pudo constatar la acumulación de basura en varias calles y aceras.
“Las lluvias y los animales destruyen las fundas de basura y como el carro se demora en pasar, entonces se ve todo regado por acá”, sostiene Gabriel Muñoz, quien trabaja en una de las líneas de transporte público que circula por ese sector.
“A veces también es culpa de las personas que no se organizan para sacar sus desechos a tiempo y lo hacen a cualquier hora, por eso se ve todo esto amontonado”, indica Honoria Chávez, moradora del sector.
La empresa responsable de la limpieza de la ciudad solicitó a las autoridades competentes ejecutar medidas correctivas, como un plan de reparación de vías, en cuanto las lluvias cesen para poder trabajar sin contratiempos.