No hay desacuerdo para aplicar la Televisión Digital Terrestre (TDT), pero sí preocupación de los representantes de los 450 canales de TV analógica que existe en Ecuador. La falta de recursos para entrar en este cambio tecnológico es la causa, ya que es una demanda mundial, más que gubernamental, según Roberto Manciatti, vicepresidente de los Canales Comunitarios Regionales Ecuatorianos Asociados (CCREA).
Indicó que esperan una respuesta clara de la Corporación Financiera Nacional (CFN) y de los gobiernos de Japón y Brasil, de donde las concesionarias de las frecuencias de televisión en el país obtendrían los mecanismos de crédito. “Los canales nacionales invertirán $ 15’000.000, los regionales $ 2’200.000 y los locales más de $ 1’000.000, dineros que no son fáciles de obtener para cumplir con la demanda actual de la tecnología televisiva”, indicó Manciatti.
Con este criterio coincide el presidente de la Asociación de Canales de Televisión del Ecuador, Marcel Rivas, quien recalcó que “no será fácil y rápido recuperar la inversión” que están obligados a realizar. “Esto debe empezar con prohibir la importación de televisores analógicos, para que los televidentes empiecen a adquirir los codificadores y así ofertar los productos de los anunciantes”, enfatizó Rivas.
Añadió que para cambiar el sistema analógico al digital es necesario implementar transmisores, sistemas radiantes (antenas), cámaras, editoras, sistemas de ruteo de señal, entre otras.
De su parte, el ministro de Telecomunicaciones, Jaime Guerrero, manifestó que el Gobierno busca los mecanismos más idóneos para financiar este proceso, ya que en 2016 se producirá el “apagón de la TV analógica”, que se iniciará en las ciudades de Quito y Guayaquil, y paulatinamente se realizará en los demás sectores del país.
Guerrero explicó que la TDT representa la demanda de los usuarios en calidad, movilidad, interactividad, portabilidad, multiservicios que son imposibles cumplir con la televisión analógica, como aplicaciones interactivas, guías de programación, alertas de emergencia y otros.
“Ecuador vivirá una nueva época, nuevos profesionales, nuevos negocios, nuevos programas y mayores oportunidades productivas. En fin será la puerta de acceso a un mundo amplio de posibilidades y nos pondrá al nivel de las grandes urbes que ya marchan en las innovaciones”, recalcó.
De esta manera, la TDT permitirá optimizar el espectro radioeléctrico e implementar nuevos servicios audiovisuales e interactivos con una programación diversa. Es el medio que permitirá el desarrollo de múltiples programas y aplicaciones, como telegobierno, telesalud y teleeducación, para el buen vivir de la población, agregó.
Según Rivas, en Ecuador tienen televisor 3’500.000 hogares, mientras que en 7 provincias solo un 75,2% de la población lo posee. En el año 2020 está prevista la segunda etapa.