El presidente de Ecuador, Rafael Correa, fue investido ayer con el título doctor honoris causa por la Universidad de Bahçesehir de Estambul, con lo que concluyó su visita a Turquía.
Fue el rector de esa universidad, Senay Yalçin, quien entregó a Correa el documento enmarcado con la distinción académica.
El Mandatario compartió con los asistentes sus reflexiones sobre la economía de Latinoamérica y, en concreto, de Ecuador, además denunció con duras palabras las políticas neoliberales de los años noventa, como la abolición de la moneda nacional ecuatoriana, el sucre, lo que calificó de “terrible error”.
Definió la congelación de los depósitos bancarios personales y su devolución un año después en dólares a un valor del 40% como “la mayor incautación de bienes privados de la historia del país”.
“Le robaron a la gente el 60% de sus ahorros para salvar a los bancos y quebraron muchos otros; los que no quebraron fueron ciertos banqueros, que todavía quieren hacer política y ser candidatos presidenciales”, apostilló.
Correa bromeó sobre su aspecto en la foto que presidía la sala, tomada antes de que fuera presidente. “Ahora tengo mucho menos pelo y muchas más canas, pero así es este oficio”, aseguró.
Asimismo, narró anécdotas de cuando visitó Turquía en su época de estudiante y señaló que se quedó tan impresionado con la iglesia Santa Sofía que más tarde puso a su primera hija este nombre.
En lo que fue una aparente sorpresa, el Presidente recibió como regalo al terminar el acto una pieza de madera que formaba parte del mobiliario de la iglesia, hoy convertida en museo.
En su intervención, Correa insistió en la diversidad no solo natural, sino también étnica de Ecuador, y entre los aplausos del auditorio dirigió algunas palabras en quechua a varios representantes de comunidades indígenas presentes en el aula magna.
“En América Latina, ganar las elecciones no significa ganar el poder, los poderes fácticos siguen intactos, los poderes económicos, sociales, mediáticos y hasta religiosos; se trata de una lucha día a día”, sostuvo Correa
También ofreció una intervención en la Universidad de Ankara. Allí dijo que “en Sudamérica somos 350 millones de personas, en 17 millones de kilómetros cuadrados; podríamos conformar la cuarta economía más grande del mundo, con un PIB global superior a los 2,8 miles de millones de dólares”.
El gobernante dedicó esa conferencia magistral a la crisis mundial y a la integración. Correa afirmó que América Latina no está atravesando una época de cambios sino un cambio de época y que el principal objetivo de éste es transformar las relaciones de poder en la región como ya se lo está logrando.