La oposición extraparlamentaria rusa ha decidido aplazar las protestas contra el presidente electo, Vladímir Putin, hasta la ceremonia de investidura a principios de mayo próximo.
«El plan es centrar todos los esfuerzos de la oposición en el mayor mitin de protesta días antes de la investidura de Putin en mayo», aseguró hoy a Efe Serguéi Udaltsov, uno de los organizadores del movimiento de protesta «Por unas elecciones libres».
Udaltsov no descarta alguna acción aislada, pero cree que la oposición debe tomarse un respiro y, a partir de mayo, «ampliar el movimiento de protesta en las calles».
«El poder no es legítimo. No podemos dejar de ejercer presión sin violencia. Si las protestas no dan resultado, recurriremos a otros métodos. La lucha será larga», dijo.
En la misma línea, el exprimer ministro y dirigente opositor Mijaíl Kasiánov adelantó hoy que la oposición más crítica con el Kremlin se propone convocar un nuevo acto de protesta el 7 de mayo, para cuanto está prevista la investidura de Putin.
«Las elecciones rusas fueron ilegítimas (…). Putin eliminó a todos los candidatos, menos los que eligió él mismo. El 7 de mayo celebraremos una gran manifestación», dijo durante una visita a Estrasburgo, citado por las agencias rusas.
Según los analistas, las 25.000 personas que la oposición congregó el pasado sábado en el centro de la capital demuestran que ha perdido poder de convocatoria desde que a principios de febrero atrajera a más de cien mil para pedir unas elecciones limpias.
Los comunistas, cuyo líder, Guennadi Ziugánov, es el único candidato que no ha reconocido la victoria de Putin en las presidenciales, se han desligado de las manifestaciones y preparan su propia campaña de protestas.