El Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó este miércoles que cerrará su oficina de representación en Argentina a finales de abril por «razones presupuestarias», con lo que pondrá fin a una misión que ha mantenido numerosos desencuentros con las autoridades de ese país.
Según informó un portavoz del FMI a Efe, «la oficina de Argentina era una de las más intensivas en costes de la región», por lo que se ha decidido cerrarla y traspasar el trabajo técnico y otras funciones a personal local contratado.
El FMI indicó que estos cierres no son inusuales en la red de oficinas de representación del FMI y citó ejemplos similares ocurridos este año en Mongolia y Líbano debido a medidas de recorte de gastos del organismo.
«Las operaciones en lo referente a Argentina seguirán sin cambios y mantenemos nuestro diálogo cercano con las autoridades (argentinas)», indicó el portavoz del Fondo.
El último desencuentro entre el FMI y las autoridades argentinas se dio el pasado febrero, cuando el FMI criticó al Ejecutivo por no proveer datos específicos y detallados sobre la marcha de variables económicas como el Producto Interior Bruto o la inflación.
Las estadísticas oficiales de inflación de Argentina están en tela de juicio desde comienzos de 2007, cuando se hicieron cambios metodológicos en la medición, algo que se atribuye al supuesto intento de manipular las cifras hacia la baja por parte del Gobierno.
Aunque se niega tajantemente a que sus cuentas públicas sean revisadas por el Fondo, el Gobierno argentino elabora, con el asesoramiento de técnicos del organismo multilateral, un nuevo índice de inflación que prevén que empezará a emplearse este año.
Como miembro del FMI, Argentina está obligada a presentar información veraz y completa al organismo multilateral para que éste elabore sus informes.