“Planteamos una línea estratégica de combate a la violencia y a la discriminación”, comenta y explica que para hacerlo se desarrollará primero el aspecto comunicacional. “Porque creemos que debe haber un cambio cultural”.
La aplicación comunicacional no se refiere solamente a la publicidad, sino a la educación, pues se debe derrotar a la discriminación desde las aulas, aclara. “Aquí hay una responsabilidad de autoridades en los temas de educación. No cabe duda que tenemos que entrar desde allí”.
Una idea que maneja la DPE es, por ejemplo, con cuentos infantiles que trasciendan el tema de la no discriminación y la no violencia. “Estamos diseñando estos programas (…) Muchas personas de esta sociedad aceptan los actos de violencia como normales y los dejan pasar”, dice.
“Tenemos que trabajar también desde la seguridad, es decir que no haya impunidad, porque es garantía de la repetición de los hechos. ¿Cómo se trabaja en esto? Con un diseño institucional, que debe radicarse en el Ejecutivo y en el Judicial”, añade.
Sobre el diseño institucional, Ramiro Rivadeneira, recalca que en el proyecto de ley que tramita la Asamblea Nacional, respecto a los consumidores, la aspiración es que la Defensoría del Pueblo tenga competencia directa para intervenir en casos de publicidad violenta o discriminatoria.
“Creemos que somos la entidad responsable en el tema de los derechos humanos, en no permitir este tipo de publicidad. Hay una necesidad, planteada desde el presidente de la República (Rafael Correa), para trabajar contra la discriminación”, expone el funcionario.
En el pasado Enlace Ciudadano, el Primer Mandatario expuso el tema para proteger a los consumidores, específicamente con la publicidad sexista, y aclaró que son problemas cuya solución puede ser direccionada por la DPE.
“Todo eso lo puede hacer el defensor del pueblo. La Defensoría del Pueblo está amparada en la Constitución. Tienen legitimidad democrática”, dijo el Presidente y ejemplificó con una propaganda de detergentes: “El 100% de las ecuatorianas lo prefieren, con eso dicen que son las mujeres las que tienen que pasar lavando el fin de semana (…) eso tiene que parar el defensor del pueblo, que tiene todo el respaldo para defender los derechos humanos de todos y todas”.
Ramiro Rivadeneira comenta que un adelanto ya lo hizo el Municipio de Quito, al crear una ordenanza en la que no se permite publicidad de ese tipo, aunque todavía hay mucho por hacer. “Si usted camina por las calles de Quito puede observar que todavía hay publicidad que sigue siendo sexista”, sentencia.