El Gobierno colombiano acusó ayer a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de dilatar la puesta en libertad de los diez últimos militares y policías que mantienen en condición de rehenes.
“Pareciera que aquí lo que hay es una estrategia para dilatar y ganar tiempo, y para todas las semanas sacar un nuevo titular o un nuevo mensaje”, afirmó el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, en una entrevista con la estación bogotana de La W Radio.
El funcionario observó que son ya varios los meses que han corrido desde finales de noviembre pasado, cuando los rebeldes anunciaron la entrega preliminar unilateral de seis uniformados, grupo al que a finales del último febrero añadieron otros cuatro.
Son cuatro militares y seis policías hechos cautivos por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en ataques o asaltos desde 1998 hasta 1999.
“Todos los temas que han tenido que ser acordados, han sido acordados; todo lo que estaba en nuestras manos hacer, ha sido realizado”, sostuvo Juan Carlos Pinzón.