Italia, lastrada por la austeridad, entró en recesión en el último trimestre de 2011, mientras que España buscaba respaldo en los ministros de la Eurozona que se reunieron ayer, en Bruselas, para definir el segundo paquete de rescate para Grecia valorado en 130 millones de euros.
El Instituto Nacional de Estadística italiano (Istat) confirmó ayer los datos preliminares del pasado mes en los que se anunciaba que Italia había entrado oficialmente en recesión al contraerse su Producto Interior Bruto (PIB) en el cuarto trimestre de 2011 un 0,7% respecto al trimestre anterior. Si se comparan datos interanuales, el PIB italiano ha bajado un 0,5% en el cuarto trimestre de 2011 respecto al mismo período del año anterior. De esta manera, Italia nuevamente entra en recesión, de la que había salido en el segundo trimestre de 2009.
El PIB italiano ya había bajado un 0,2% en el tercer trimestre de 2011 (julio a septiembre) con respecto al segundo trimestre del mismo año, según los datos del instituto italiano. El crecimiento del PIB en 2011 fue del 0,5%, respecto al 1,4% que se había registrado en 2010.
La caída de la demanda interna en el cuarto trimestre -las importaciones se redujeron un 2,5% con relación al anterior y el consumo un 0,7%- y una fuerte contracción de las inversiones (-2,4%), explican los datos negativos. Las exportaciones se mantuvieron estables, según el instituto.
La única corrección respecto al pasado comunicado fue que las previsiones del Istat para 2012 apuntan a que, en el caso de que no se experimente ninguna variación coyuntural, el PIB se contraerá un 0,5%, mientras que se había hablado de un 0,6% en los datos preliminares. Las estimaciones que había realizado el Gobierno eran de una contracción en 2012 del 0,4%.
Mientras tanto, la ofensiva diplomática del Gobierno español en Bruselas buscaba ayer claramente una doble vía: cortejar a la Comisión Europea para que el desafío del presidente Mariano Rajoy tras la pasada cumbre no pase factura, y convencer a Alemania que a pesar de que las cifras de déficit se dispararon en 2011, los recortes se han puesto en marcha y el compromiso de España con la austeridad y las reformas es total, publicó el diario El País.
El secretario de Estado español de Economía, Fernando Jiménez Latorre, manifestó ayer su confianza en que el Eurogrupo comprenda los motivos que han llevado a su país a incrementar su objetivo de déficit para 2012, porque la propuesta española es razonable y coherente con el rigor fiscal, indicó.
Jiménez Latorre se refirió a la reunión del Eurogrupo que se celebró ayer en Bruselas y en la que España explicaría los motivos por los cuales ha subido del 4,4% al 5,8% del Producto Interior Bruto (PIB) el déficit previsto para 2012.
Durante la reunión de los 17 ministros del Eurogrupo, el ministro de Finanzas español, Luis De Guindos, tenía previsto explicar las razones por las cuales el déficit de 2011 en España se disparó hasta el 8,5% desde el 6%, como había sido pactado hace un año por Bruselas. Y por eso mismo deberá convencer a sus socios de que la meta del déficit para este año será del 5,8% del PIB.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, destacó grandes esfuerzos que ha hecho España contra el déficit dejando en un segundo plano el hecho de que el Gobierno de Mariano Rajoy pretende incumplir el objetivo de déficit este año para no agravar la recesión.
Al ser interrogado sobre si se podía comparar al país ibérico con Grecia respondió que no, porque España ha hecho grandes avances lo que se refleja en la rentabilidad de sus bonos en el mercado de la deuda. Antes de la reunión en Bruselas con sus colegas de finanzas para tratar sobre el segundo rescate a Grecia, un paquete de 130.000 millones de euros, Schäuble aseguró que se firmará esta semana.
El jefe del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, manifestó que Atenas ha cumplido con las condiciones necesarias para recibir el segundo paquete de rescate, pendiente desde octubre tras anunciarse la inédita operación de canje de deuda griega, el pasado viernes. Grecia anunció que la mayoría de sus acreedores privados aceptó perder más de la mitad de su deuda, en la mayor reestructuración de bonos de la historia.