El costarricense Alejandro Jiménez, capturado en Colombia por su implicación en el asesinato en 2011 del cantautor argentino Facundo Cabral, viajaba en una embarcación procedente de Panamá y tenía previsto seguir hacia el sur del continente, dijeron este martes las autoridades policiales en Bogotá.
«Palidejo», alias de Jiménez y sobre quien pesaba una circular roja de la Interpol, fue detenido el lunes en Bahía Solano, población colombiana sobre las costas del océano Pacífico y cercana a la frontera con Panamá, en una operación conjunta de la Armada Nacional y la Policía Nacional.
El director de la Policía Nacional, el general óscar Naranjo, aseguró en una reunión con la prensa que Jiménez había recibido la asistencia de los hermanos Javier Antonio y Luis Enrique Calle Serna, colombianos líderes de una banda de narcotraficantes.
«La información que tenemos es que los hermanos Calle Serna le estaban facilitando alguna cobertura mientras él se desplazaba al sur del continente para evadir esta persecución en Centroamérica y el Caribe», precisó Naranjo.
El jefe policial indicó que el presunto narcotraficante costarricense, de 38 años, llegó a Bahía Solano en «una embarcación sospechosa procedente de Panamá» y acompañado por dos colombianos, cuyas identidades no facilitó.
El extranjero se identificó como Carlos Emilio Cardona Marín, continuó Naranjo, cuya institución lo trasladó a primera hora de hoy a Bogotá.
Un «intercambio de información fotográfica y decadactilar entre la agencias policiales» llevó a establecer el lunes por la noche que el viajero era Jiménez, agregó Naranjo, quien observó que sobre él pesaba una circular roja de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), en virtud de la cual era buscado en 190 países.
«Palidejo» está acusado por el asesinato, como autor material del cantautor Cabral, quien murió tiroteado el 9 de julio del año pasado en Ciudad de Guatemala, cuando se transportaba hacia el aeropuerto de esta ciudad.
El artista argentino estaba acompañado por el empresario nicaragüense Herny Fariña, también investigado por narcotráfico y lavado de activos.
Fariña era amigo y antiguo socio del costarricense, y según indicó la Policía de Colombia, pudo tener discrepancias por dinero con Jiménez, quien ordenó darle muerte.
Según las investigaciones realizadas por las autoridades de Guatemala, el atentado en el que resultó muerto Cabral iba dirigido contra el empresario nicaragüense, quien resultó herido de gravedad, y supuestamente fue ordenado por «El Palidejo».
El jefe policial colombiano dijo que los tatuajes que tenía Jiménez también ayudaron a establecer de manera plena su identidad.
«Al momento de la captura presentó dos tatuajes que eran muy característicos de él y estaban registrados como un sello de identidad de este individuo», resaltó Naranjo, y apuntó que tampoco pudo ocultar su acento costarricense.
Naranjo dijo que las autoridades de su país estudian la vía más expedita para entregar a Jiménez a la autoridad guatemalteca que lo solicita, y no se excluyó que sea deportado, por haber ingresado de manera ilegal en Colombia.