La temporada invernal, que en muchos sitios de la urbe trae problemas, devolvió el “verde esperanza” a los linderos de Cerro Colorado, en donde, hace varios meses, se registró un incendio que consumió el 60% del área protegida por el Ministerio de Ambiente (MAE).
Los lugares en los que a finales de diciembre de 2011 se observaba solo hollín y árboles quemados ahora cuentan con un enorme espacio compuesto -en su mayor parte- por vegetación que va creciendo.
La ministra de Ambiente, Marcela Aguiñaga, tras el flagelo que se registró entre el 5 y 9 de diciembre, anunció que se esperaría al inicio de la temporada invernal para comenzar la recuperación.
Según personal del MAE, que labora permanentemente en el bosque protegido, se tiene previsto cavar en 8 mil puntos para sembrar similar cantidad de árboles.
Byron Peñafiel, guardabosque del MAE, se encargó el fin de semana, junto a varios compañeros, de realizar los huecos para 300 plantas. “Es una dura tarea que habrá que trabajarla día tras día”, indicó Peñafiel, debido a las dificultades que conlleva desarrollar la tarea encomendada.
El trayecto para llegar hasta los sitios afectados solo puede ser recorrido a pie debido a lo tupido, lodoso y empinado de las laderas de Cerro Colorado. Los mosquitos e insectos que proliferan en el sitio tampoco se hacen esperar para todo aquel que pretenda llegar hasta el lugar.
12-3-12-gquil-bosqueLa reforestación comenzó a finales de 2011 con el traslado de 1.200 plantas nativas. árboles de cascol, matasarna, hobo de monte, ceibo, fernán sánchez, laurel blanco y ébano, fueron llevados por personal del MAE, con el objetivo de que cubrir una superficie de 5.000 metros cuadrados.
En esa ocasión, la viceministra de Ambiente, Mercy Borbor, explicó que, si los árboles crecen, se podría recuperar el 1% del total perdido en el incendio.
Desde entonces, afirmó Jaime Checa, guardabosque del MAE, cada 15 días se realiza un monitoreo del sector para observar el crecimiento de los árboles que se plantan en forma progresiva.
Hace más de una semana, el MAE, a través de la Empresa Pública de Parques Naturales y Espacios Públicos (EP), concluyó la segunda jornada de reforestación en el bosque Cerro Colorado.
El objetivo, explicó Checa, es asegurar el hábitat de muchas especies de flora y fauna que fueron afectadas. La actividad contó con la presencia de biólogos, guardaparques y voluntarios y, pese a las condiciones climáticas, fue posible colocar 500 arbolitos.
Durante este ejercicio también se introdujeron pijios (Cavanillesia platanifolia), una especie en peligro de extinción que sirve de vivienda para muchas especies animales, incluyendo al papagayo de Guayaquil (Ara ambiguus guayaquilensis).
En la edad adulta, los pijios alcanzan los 30 metros de altura y sus copas sobrepasan los 7 metros. La cantidad de arbolitos fue contabilizada y registrada. “El propósito es garantizar la supervivencia de al menos un 80% de los pijios”, acotó Checa.
Para fortalecer esta campaña, la empresa pública ha realizado la contratación de 6 guardaparques, quienes asegurarán el adecuado resguardo de este lugar.
La bióloga Mónica Soria, coordinadora de fin de semana del Jardín Botánico -desde donde parten los delegados del MAE para reforestar Cerro Colorado-, aseguró que la lluvia ayudó al asentamiento del terreno. “Prácticamente ya no parece que en ese lugar hubiese ocurrido algún incendio”, comentó Soria.
El fuego, recordó la bióloga, llegó hasta el límite del Jardín Botánico, pero se pudo evitar que avanzara gracias a las mangas cortafuegos, que son caminos abiertos entre las plantas.
La campaña del MAE para repoblar el terreno se completaría a finales de 2012 y se prevé la plantación de especies nativas en los sectores que aún no han sido reforestados en el bosque.