La tasa de suicidios entre los soldados estadounidenses aumentó en un alarmante 80% a partir del inicio de la guerra del Pentágono en Irak, en 2003, confirmaron hoy reportes oficiales.
El estudio fue realizado por el Comando de Salud Pública del Ejército sobre la base de datos recopilados por psicólogos militares entre 2004 y 2008.
Al mismo tiempo y en igual época se incrementaron entre los conscriptos las dolencias físicas o mentales relacionadas con la depresión, la ansiedad y el esplín patológico.
Este alto número de suicidios es un hecho sin precedentes en 30 años de registros médicos del Ejército, y los peritos creen que el 40% de los casos de 2008 tienen relación directa con la campaña bélica en Oriente Medio.
La ciencia y la estadística sugieren que tropas sometidas a una prolongada sesión de operaciones castrenses es una población con alto riesgo de stress e incluso demencia, comentó la psiquiatra Michelle Chervak.
Entre 1977 y 2003, los índices de autoeliminación entre los militares casi eran similares con los de la comunidad civil, pero a partir de 2004 las incidencias comenzaron a aumentar en coincidencia con la guerra decretada por el entonces presidente George W. Bush.
En la etapa 2007-2008 un total de 255 soldados en servicio activo se quitaron la vida, la gran mayoría de ellos hombres entre las edades de 18 y 24 años. El 54% eran reclutas de bajo rango, informó la cadena ABC News.
El gobierno de Estados Unidos decidió en julio último revertir una política, según la cual, se abstenía de enviar condolencias a familiares de soldados que cometieran suicidio en tiempo de servicio activo.
En una declaración escrita de la Casa Blanca, el gabinete ejecutivo confirmó que «la revisión normativa ya fue completada y el Presidente sí enviará cartas de condolencias a las familias de militares».