El canciller cubano, Bruno Rodríguez, fustigó ayer a Estados Unidos por negar su autorización para que Cuba asista a la Cumbre de las Américas, en Colombia, pero tuvo palabras de gratitud para el presidente Juan Manuel Santos por sus diligencias, pese a que descartó invitar a la isla a esa cita por falta de “consenso”.
“No ha habido ninguna sorpresa, ha sido la crónica de una exclusión anunciada (…). Estados Unidos, con su desprecio y arrogancia, ofende a la patria grande”, afirmó Rodríguez, a propósito del foro hemisférico que acogerá Cartagena, Colombia, el próximo 14 y 15 de abril.
El Ministro de Relaciones Exteriores cubano explicó a periodistas nacionales y extranjeros que desde antes del inicio de consultas por parte de Colombia sobre la asistencia de La Habana a la Cumbre, el Gobierno norteamericano ya había decretado la ausencia.
El canciller consideró el empeño de Washington en marginar a la isla como parte de una política de aislamiento que tiene entre sus expresiones un bloqueo económico, comercial y financiero aplicado por más de 50 años, cerco que calificó de genocida y criminal.
Estados Unidos rechaza la presencia de Cuba en la Cumbre, que tendrá lugar en el balneario caribeño, al afirmar que está reservada a los países democráticos que son miembros activos de la Organización de Estados Americanos (OEA), que marginó a la isla en 1962 en medio de las tensiones de la Guerra Fría, aunque anuló esta medida en 2009.
El canciller cubano agradeció las gestiones del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien abordó en Cuba el tema con el jefe de Estado anfitrión, Raúl Castro, y manifestó, previamente, que no existía consenso para invitar a Cuba a la Cumbre de las Américas.
Santos cumplió una maratónica visita el miércoles a La Habana, donde habló con los presidentes de Cuba y de Venezuela, Hugo Chávez (que convalece de una cirugía), de quienes obtuvo apoyo y comprensión para desactivar un posible boicot de la ALBA a la Cumbre, propuesto por Ecuador.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, expresó ayer, por su parte, que analizará si asiste o no a la Cumbre de las Américas, luego de que Santos anunciara que no hay consenso para invitar a Cuba, como reclama Quito. Correa señaló que este tipo de cumbres no analiza temas trascendentales para la región, como el de las Malvinas, al que consideró como “un caso de colonialismo en pleno siglo XXI”.
Otro de los temas que el gobernante de Ecuador dijo que deberían analizarse en estos encuentros es el bloqueo de Cuba, “que atenta sobre todo derecho internacional y humano”. Para Correa, “los pueblos se van a cansar de que estemos en tantas cumbres y ellos en tantos abismos”. El Jefe de Estado explicó que estos son algunos puntos que tomará en cuenta para emitir una decisión final.
Mientras tanto, la canciller colombiana, María ángela Holguín, confirmó ayer que la discusión sobre si Cuba debe ser incluida en las Cumbres de las Américas se dará en la cita de Cartagena. “Sabemos que el tema se va a dar porque muchos de los países de la región nos lo han manifestado”, indicó.
Paralelamente, el Gobierno de EE.UU. se mostró optimista y expresó que espera ver una gran asistencia en la cumbre, pese al anuncio de Colombia de que no invitará a Cuba al foro regional. “Esperamos ver una muy buena participación”, enfatizó el subsecretario interino de Asuntos Públicos del Departamento de Estado, Mike Hammer, en la primera rueda de prensa en español de esa agencia estadounidense.
Fox le propuso a Castro que coma y se retire
Una situación similar a la actual entre Colombia y Cuba vivió México en 2002, cuando dos días antes de una Cumbre de la ONU en Monterrey, el presidente Vicente Fox recibió una carta de Fidel Castro en la que aceptaba la invitación a la cita que todos esperaban que declinara, publicó la revista Semana.
Fox, preocupado por la posición de EE.UU. frente a la presencia del líder cubano, llamó a Castro para tratar de disuadirlo. En la conversación, que fue grabada por Fidel, Fox no logró convencerlo de que no vaya, pero le propuso que dé su discurso, coma y se vaya.