El capitán del Ejército, Alex Guerra, recibió al cuerpo diplomático con sede en Washington que se dio cita en honor al Día del Ejército ecuatoriano. En el salón Abrams/Chafee del Fuerte Myer en Virginia (Estados Unidos) se realizó una ceremonia por los 183 años de vida de la institución armada que se recordó el pasado 27 de Febrero en conmemoración de la Batalla de Tarqui. Guerra es uno de los militares que resultó herido, tras el intento de golpe de Estado perpetrado el 30 de septiembre de 2010.
Para el coronel Cristóbal Carrillo, agregado de Defensa en Washington, Guerra es el mejor ejemplo del sacrificio, valor y dedicación, por ello, a la entrada del salón, Guerra y su esposa Vanessa Montalvo estrecharon las manos de delegados diplomáticos de países como Filipinas, Perú, Colombia, Argentina, entre otros. Todos lo aplaudieron por su desempeño y entrega al servicio del país y de la democracia.
El acto fue presidido por la embajadora de Ecuador en Estados Unidos, Nathalie Cely, quien extendió un fraterno saludo a quienes representan al Ejército ecuatoriano. “La misión del Ejército ha crecido y ha trascendido a la protección de nuestras fronteras y la defensa de la soberanía territorial para convertirse en lo que es hoy en día: un agente para el desarrollo nacional. Una mención especial debe tener en cuenta la situación en la frontera norte, donde el ejército se enfrenta a un desafío más complejo que los conflictos tradicionales en el pasado porque es un enemigo invisible”.
Cely, durante su intervención, también mencionó al capitán Guerra, quien esa misma noche recibió de sus manos la condecoración San Miguel Arcángel por su ejemplar desempeño profesional. “Usted se ha hecho acreedor de esta medalla por su ejemplo de valentía y defensa de los principios democráticos. Gracias señor Capitán porque usted nos inspira a defender, desde cada una de nuestras esferas de trabajo, al país al que nos debemos, al que amamos tanto”.
Guerra, gracias al apoyo del gobierno del Ecuador, continúa su tratamiento de rehabilitación luego del impacto de bala que recibió el pasado 30 de septiembre. El uniformado, vestido con su traje impecable, sentado en su silla de ruedas, no desaprovechó la oportunidad para agradecer, nuevamente, al presidente Rafael Correa por el respaldo que le ha brindado desde el día que cayó herido.