Entrar y salir del hospital por varias veces, sentarse por horas a esperar noticias alentadoras o devastadoras y observar a padres, esposos, primos, hermanos e hijos luchar por sus vidas es la rutina que enfrentan los familiares de las víctimas del accidente de tránsito ocurrido, el pasado domingo, en la vía Ibarra-San Lorenzo.
Repentinamente, la calidez de sus hogares fue cambiada por la frialdad de los pasillos e incómodas sillas en las que pasan las noches en vela, en compañía de personas que hasta hace unos días eran completamente extraños. Hoy ya son una especie de familia sustituta, con la que comparten momentos de preocupación a la espera de que se recuperen sus seres queridos.
Gladis Sánchez, de 63 años, es una de esas personas. Su rutina ahora se enfoca en la salud de sus sobrinas nietas, Isabel (2 años) y Melany (9), quienes sufrieron graves lesiones en el accidente.
Gladis al igual que Sonia Alvarado, también tía de las pequeñas, son amas de casa, y desde hace casi una semana sus días y noches las pasan en el Hospital Baca Ortiz, pendientes de la recuperación de las niñas. Ayer, en la mañana, recibieron una noticia alentadora: Melany despertó. Ella se encuentra más estable y ahora el médico traumatólogo podrá evaluarla para realizarle una operación, pues en su cuadro clínico presenta una fractura de pelvis.
Cuatro víctimas más se encuentran en el Hospital Eugenio Espejo. El estado de los pacientes aún es crítico, dicen los galenos.
Uno de ellos es Emirton Mina, quien se encuentra en área para cirugía cardiotorácica. Su esposa Lucy Rivera no ha salido del hospital desde el día que ocurrió el accidente.
Otra de las víctimas se halla en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), otro de los heridos está en cirugía general. Los cuadros clínicos de las víctimas indican lesiones medulares, contusiones pulmonares y traumas craneoencefálicos graves.
Mientras que las intervenciones médicas y recuperaciones continúan, las acciones para determinar responsabilidades en esta tragedia siguen su proceso.
Mauricio Peña, director de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), informó la mañana de ayer que la cooperativa “Espejo” ya fue notificada sobre el proceso administrativo iniciado en su contra, después de que la unidad disco 28 se accidentara dejando un total de 30 muertos y 27 heridos.
En el plazo de ocho días la empresa deberá presentar las pruebas de descargo.
El directorio que rige a la Agencia Nacional de Tránsito deberá revisar la documentación presentada por ambas partes y decidirá el tipo de sanción administrativa que se le impondrá a la cooperativa. La comitiva está conformado por un delegado del Ministro de Transporte y Obras Públicas, un representante designado por el Presidente de la República, uno de los Consejos Provinciales del Ecuador, de las municipalidades y del comandante general de la Policía Nacional.
De acuerdo al artículo 83 de la Ley de Transporte Terrestre, las sanciones pueden ir desde una multa de cuatro a ocho remuneraciones básicas unificadas hasta una intervención de la ANT en la cooperativa. Otra puede ser la suspensión temporal o la revocatoria del permiso de operación, todo de acuerdo a la gravedad de la falta.
Peña indicó que la ANT se encuentra en el proceso de entrega de implementos de control operativo del tránsito para la Policía.
Con respecto a otros equipos, el funcionario dijo que el retraso en la instalación de GPS en los buses se debe a que el objetivo es proporcionar de manera integral un kit de seguridad, que constará de una cámara de video y un botón de seguridad conectado al ECU 911, para evitar posibles robos y atracos.
El director de ANT anunció que desde marzo próximo comenzará el proceso de recalificación y revalorización de licencias para más de 70.000 choferes profesionales. Hasta finales de diciembre de este año, ese número de conductores deberán someterse a nuevas pruebas académicas y prácticas.