El intenso temporal invernal provocó que ayer el Gobierno de Bolivia decretara la emergencia nacional por los torrenciales aguaceros que se han registrado desde diciembre pasado en los nueve departamentos de Bolivia, que dejaron al menos 9.000 familias damnificadas y nueve fallecidos.
El departamento más afectado es el amazónico de Pando, en el extremo norte de Bolivia y fronterizo con Brasil, donde las familias damnificadas llegan aproximadamente a 1.000.
Mientras que las autoridades peruanas informaron en las últimas horas sobre el fallecimiento de tres personas y más de 20.000 damnificados a consecuencia de las fuertes lluvias registradas en los últimos días en la región andina de Puno.
El presidente de Perú, Ollanta Humala, ordenó la movilización de sus ministros y el ejército, para asistir a 12 regiones que, sobre un total de 24, están afectadas.
En Brasil ascendieron a 30 mil los afectados por las intensas precipitaciones en el estado de Acre, que provocaron inundaciones en varios municipios de ese territorio ubicado en la Región Norte de Brasil.