Según la prensa estadounidense, la familia de Whitney Houston trasladará el cuerpo de la cantante a la ciudad donde nació, Newark (Nueva Jersey), para su funeral.
De acuerdo a la información, la empresa Whigham Funeral Home se encarga de los detalles del funeral, que podría celebrarse entre el viernes y el sábado.
El adiós a Houston tendría lugar en el Prudential Center, donde juega sus partidos como local el equipo de baloncesto de la NBA New Jersey Nets, un pabellón con capacidad para unas 19.000 personas.
Ed Winter, portavoz de la oficina forense del condado de Los ángeles, informó de que el domingo concluyó la autopsia al cuerpo de la artista, aunque la causa oficial de la muerte no se conocerá hasta dentro de seis u ocho semanas.
En rueda de prensa, Winter explicó que la causa del deceso se determinará una vez se obtengan los resultados de análisis toxicológicos adicionales, un proceso similar al establecido en la muerte del cantante Michael Jackson en junio de 2009.
La web TMZ.com, especializada en información sobre famosos, publica que la familia se hará cargo del cuerpo de la cantante en las próximas horas y que será trasladado hoy mismo a la costa este en un jet privado.
Asimismo el portal, que cita fuentes próximas a Houston, sostiene que la oficina forense habría confirmado a la familia que la artista no murió ahogada, sino por la combinación de calmantes y otros fármacos con alcohol.
Houston fue encontrada el sábado con la cabeza sumergida bajo el agua en la bañera de su habitación en el hotel Beverly Hilton, de Los ángeles.
La policía, según TMZ, encontró aproximadamente media docena de botes con pastillas en la habitación de la cantante, incluido el medicamento Xanax. No se encontraron sustancias ilegales.
Según fuentes cercanas a la artista, Houston era consumidora habitual de Xanax, que tomaba para controlar la ansiedad. Asimismo aseguran que el viernes había trasnochado y bebido mucho alcohol.
La cantante había reservado una suite porque iba a acudir a la fiesta que había organizado en ese hotel el productor musical Clive Davis, justo en la víspera de la gala de los Grammy.
En dicha gala, realizada la noche del domingo, se realizó un homenaje a la artista.